La instalación de drenes pluviales en Tuxtla no debe postergarse Tuxtla Gutiérrez. - El gobierno municipal debe iniciar la instalación de un sistema de drenaje pluvial de calidad, y prohibir la construcción de viviendas en los afluentes del río Sabinal y sus márgenes, para disminuir riesgos durante la temporada de lluvias, consideró Alfredo Araujo Esquinca, presidente del Consejo de Cuenca de los ríos Grijalva y Usumacinta.

Araujo explicó que las bóvedas pluviales que atraviesan las “entrañas” de la capital tienen, en promedio, 70 años de antigüedad, y no han recibido mantenimiento; un ejemplo es la del barrio San Francisco, que colapsó hace unos días porque ya concluyó su vida útil, y no soportó el peso de viviendas erigidas ilegalmente.

“La gran mayoría están azolvadas. La que colapsó trabajaba al 50 por ciento de su capacidad; y la probabilidad de que ocurra una inundación aumenta por la ubicación topográfica de la capital, en la zona más baja de un valle”.

A esto se suma el desarrollo inmobiliario en los cerros y laderas que rodean la ciudad, deforestados indiscriminadamente para construir viviendas, algunas de forma legal, y otras por medio de invasiones, que impiden la absorción del agua.

“Al deforestarlos y pavimentar calles, se convierten en vertedores, en canales pluviales cuyo destino es el río Sabinal, en la parte más baja de Tuxtla Gutiérrez”.

Apuntó que el problema se agravó, porque a partir de 1970 algunos ciudadanos empezaron a construir sobre los afluentes y sus márgenes, fuera de la ley pero bajo la omisión de las autoridades municipales, que hoy tienen la responsabilidad de desalojar la zona para evitar la pérdida de vidas.La instalación de drenes pluviales en Tuxtla no debe postergarse

“Esto generaría inconformidad social, por ello es necesario ofrecer, también, opciones de reubicación. No deben poner un ladrillo más en estos lugares, y para lograrlo se requiere de la fuerza del ayuntamiento y de la vigilancia de los ciudadanos”.

Lo ocurrido en Tuxtla Gutiérrez con las lluvias recientes —dijo—, es un llamado al gobierno municipal a gestionar recursos para iniciar la instalación de un sistema de drenes pluviales, como parte
de un proyecto de continuidad.

Las últimas administraciones se han negado a gastar en estas obras “porque son costosas, no se ven, y causan descontento entre la población”; pero si no se realizan de inmediato, advirtió, el saldo de las lluvias será cada vez más lamentable.

En este sentido, expuso que el diámetro de los drenes pluviales es de hasta cuatro metros, por tanto, habría que hacer excavaciones profundas que destrozarían las vialidades; y las instalaciones de drenaje, agua potable y energía eléctrica, “un costo político que ningún ayuntamiento se ha atrevido a pagar”, porque el beneficio, no es inmediato.

Alfredo Araujo subrayó que la construcción de un sistema de drenaje pluvial eficiente requerirá del trabajo de varias administraciones municipales; es una solución a largo plazo, que en algunos tramos ya inició el gobierno del estado, pero es necesario darle continuidad ante el grave riesgo que enfrenta la población.