cierran locales en el mercado del centro A. Marroquín

* Más de la mitad de los locales del Mercado Pública Municipal “Juan Sabines” de la capital chiapaneca que comercializan mariscos ya cerraron, por la falta de clientela.

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 18 de junio de 2020 (muralchiapas.com).- La venta de mariscos en el Juan Sabines de Tuxtla Gutiérrez ha caído en más de 50 por ciento por la desconfianza que genera la epidemia por Covid-19, acción que ha encaminado a muchos a vendedores a cerrar sus locales, lamentó Nereo Ñáñez Ramírez, vendedor de mariscos quien aún se mantiene activo en este centro de abastos local.

El locatario dio a conocer que por la falta de apoyos y retención de impuestos del H. Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, ha encaminado a que más de la mitad de sus colegas vendedores cierren sus locales, ya que no pueden solventar el pago de derechos, contribuciones y de recolección de basura.

“Nosotros locatarios pagamos derecho de piso, pagamos municipio, pagamos Profeco, pagamos hasta para que tiren la basura, esa es la inconformidad. La gente lo espantan con noticias amarillistas y la gente ya no viene a comprar, se cerraron muchos locales, qué hicieron los compañeros, fueron a tomar su descanso porque es más la inversión que se hace que las ganancias que se obtienen, el marisco es muy caro”, puntualizó.

Respecto a las ventas, precisó que desde hace más de dos meses no se logra recuperar de las bajas, ya que estás han ido a la baja hasta en un 30 por ciento.

“De un 100 por ciento como estábamos vendiendo… se vino a un 40 a un 30 por ciento se vino para abajo”, dijo.

Sin embargo, señaló que ha buscado alternativas para solventar sus necesidades, llevando menos mercancía; lo necesario para que esta no sea una perdida.

“Traer productos lo necesario, lo que se está vendiendo, no sobre pasarnos de mercancía ni nada de eso, traer lo que se está vendiendo, para qué, para que nuestra clientela siga llevando su pescado fresco, siga teniendo esa autenticidad y esa calidad en su mesa”, confesó.

Ñáñez Ramírez explicó que a través de su experiencia en el giro de los pescados, ha implementado procesos para que su poca mercancía no se deteriore, y con ello garantizar calidad para sus clientes, pero ante ello, genera gastos extraordinarios para que los mariscos se mantengan en una buena temperatura.

“Para estar encima de un proceso de hielo y todo ese tiempo es caro, si el pescado se va deteriorando, a basura es perdida, entonces el negocio va pa´ abajo, entonces el dinero que este guardado en el banco y que allá hasta que se establezca otra vez”, declaró.

Ante este panorama, refirió que también mantienen su documentación y contribuciones para evitar ser sancionado.

 

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