Los errores políticos cometidos durante el pasado proceso electoral, en municipios indígenas como Oxchuc y Chenalhó, siguen desencadenando graves consecuencias violentas, donde la falta de oficio político de las autoridades en turno mantiene al “rojo vivo” los enconos al interior de municipios en los que el Estado de Derecho simplemente ha brillado por su ausencia.
Este jueves el lamentable episodio fue protagonizado nuevamente por habitantes del municipio de Oxchuc, presuntos simpatizantes de la alcaldesa María Gloria Sánchez Gómez, quienes golpearon, hicieron caminar descalzo por la ciudad y humillaron durante dos horas al ex presidente municipal de ese lugar, Juan Encinos Gómez.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 10 de la mañana, cuando pobladores de Oxchuc realizaban una marcha para exigir la entrega de recursos económicos de la Federación a Gloria Sánchez, quien no ha sido reinstalada como alcaldesa, a pesar del fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) del primero de septiembre pasado.
Cerca de la terminal de la empresa Omnibus Cristóbal Colón encontraron a Encinos Gómez y a Miguel Sántiz, también ex presidente municipal, donde retuvieron al primero, le quitaron los zapatos, la camisa, lo golpearon en el rostro y demás partes del cuerpo, para hacerlo caminar sobre la vía pública hacia centro de San Cristóbal de las Casas donde, finalmente, obligarlo a hincarse en dos pequeñas piedras.
La escena fue rápidamente propagada a través de los medios de comunicación y las redes sociales. Durante la caminata en la que Encinos Gómez vivió su propio “viacrucis”, no hubo autoridad policiaca que actuara. Como en otros tantos episodios de ese tipo, lo encargados de hacer valer la ley fueron simples espectadores de la barbarie.
Desde las elecciones pasadas, las represalias políticas de ambos grupos antagonistas en Oxchuc han causado numerosos daños tanto dentro de su municipio como fuera de él. Las escenas de violencia y excesos, en lugares que parecen sitios sin ley, se han convertido en escenarios recurrentes donde manda quien se impone con el mayor nivel de violencia.
Ya no es un secreto que las autoridades estatales han sido plenamente rebasadas por un conflicto postelectoral que ellos mismos gestaron y se le ha salido completamente de las manos. El Congreso de Chiapas y su titular, Eduardo Ramírez Aguilar, cometieron errores que hasta ahora no se han podido remediar. Y francamente se ven complicados de conciliar.
Chenahó, Oxchuc y también San Juan Chamula son hoy los mayores ejemplos del pésimo oficio político en los responsables de la gobernabilidad interna en Chiapas. Los serios cuestionamientos que pesan sobre la Secretaría General de Gobierno no han sido suficientes para propiciar el relevo urgente de su titular.
Los conflictos postelectorales que mantiene a municipios de Chiapas en vilo requieren de capacidad y experiencia para el establecimiento de verdaderos acuerdos políticos. Y es que, lo sucedido en la entidad chiapaneca debe abrir los espacios necesarios para la reflexión y el análisis de errores garrafales que definitivamente no pueden volver a cometerse.