La victoria de México del 1°de julio, electoralmente hablando, deja huérfanos por todos lados, inconformes y antagonistas del cambio verdadero propuesto por Andrés Manuel López Obrador. En 15 días transcurridos de este evento sin precedentes en la historia de nuestro país, se han llevado a cabo eventos claros y contundentes que son desde la respuesta de los EU al enviar a sus súper poderosos a la visita personal a las instalaciones del propio ganador, la felicitación de países de primer mundo, destacando a China, Rusia, Alemania, España, entre otras más y Latinoamérica presente también en este reconocimiento al pueblo mexicano, incluso tomado en cuenta en los discursos de muchos de estos.
La decisión de disminuir los sueldos a todos los funcionarios públicos, incluso el del nuevo presidente que asumirá el cargo en diciembre, ha generado inconformidades en varios segmentos del gobierno, sin duda, la más destacable declaración fue la realizada por el Presidente del Supremo Tribunal de Justicia de la Nación, quien gana $650 mil pesos mensuales quien le pone precio a la ética procesal diciendo: “Los sueldos deben ser dignos” y “Las condiciones de seguridad, estabilidad, REMUNERACIONES DIGNAS y capacitación, no son en beneficio personal de los juzgadores, ni mucho menos privilegios inconfesables de estos, sino condiciones necesarias para un servicio público indispensable, ineludible en un país democrático que busca tener paz en los derechos humanos de todos y construir con ellos una sociedad más justa” Entiéndase: “Si no me pagan $650 mil y a mis ministros los $500 mil que vienen ganando no garantizaran estas condiciones, nos estarían obligando a corrompernos, sin este ingreso podríamos dejar de cumplir con los preceptos constitucionales de legalidad y justicia”.
Debemos analizar varias cosas que afectan profundamente al país en este rubro y son: el 13 de julio 2017 descubren a 500 jueces y magistrados asignando puestos en la nómina del Consejo de la Judicatura siendo preferentemente hijos, parejas, papás, sobrinos, tíos, cuñados y hasta suegras de al menos 500 jueces y magistrados del Poder Judicial ocupan plazas en tribunales y juzgados de su adscripción o de otros, revela un estudio realizado en 31 estados y que fue entregado al Consejo de la Judicatura Federal (CJF) y a la Suprema Corte de Justicia de la nación (SCJN), (Fuente: Proceso), si de nepotismo vamos a hablar, hablemos entonces tomando en cuenta estas bases. Otro asunto que preocupa en gran manera es que este selecto grupo garante de la justicia y legalidad de este “país democrático” violan la Constitución en relación al Art. 127, párrafo tercero en el que a la letra dice: “Ningún servidor público podrá tener una remuneración igual o mayor que su superior jerárquico; salvo que el excedente sea consecuencia del desempeño de varios empleos públicos, que su remuneración sea producto de las condiciones generales de trabajo, derivado de un trabajo técnico calificado o por especialización en su función, la suma de dichas retribuciones no deberá exceder la mitad de la remuneración establecida para el Presidente de la República en el presupuesto correspondiente”. Que esperamos los ciudadanos de uno de los tres poderes que representa la justicia, legalidad y la aplicación del derecho, esté violando la ley de manera grotesca.
Otra más, no para ahí: En otros países con democracia consolidada, sus ministros ganan muchísimo menos que los nuestros, por ejemplo: México $4’169,957 anual, Canadá $3’860,227, EU $2’889,923, Alemania $2’573,182, España $2’240,024, Colombia $1’777,920 y Perú $1’336,560 pesitos. No vemos a esos ministros metidos en escándalos, ni imponiendo condiciones salariales a cambio de transparencia, moral y ética a cambio del cumplimiento honesto de sus deberes. Ahora y por último, cuanto gastan estas Cortes, iniciamos con la de México, si, la ubicada en un país con el 70% de pobres: México $3’224 MDP, EU $1’192 MDP, Canadá $491 MDP, Alemania $433 MDP, España $411 MDP, Colombia $107 MDP y Perú $93 MDP (Fuente: CIDE). Es absurdo el contraste del nivel de “vida” de esta corte mexicana con el resto del pueblo e instituciones, incluso de las demás Cortes mencionadas en este mismo párrafo.
Si vamos a hablar de privilegios, hablemos claro y con argumentos definiendo a los responsables de la dilapidación grosera de los recursos públicos. Y tomemos las medidas correspondientes. Señores Ministros, nos negamos a continuar pagando esos mega sueldos y privilegios en estricto respeto a la sociedad mexicana. “Si no te gusta, lárgate ministro, habrá muchísima gente comprometida con el cambio, con la cuarta transformación de nuestra Patria propuesta por Andrés Manuel López Obrador”.
