El destape de José Antonio Meade Kuribreña como virtual candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia de la república ha tenido también sus inevitables impactos en la política chiapaneca, donde algunos suspirantes a la sucesión de Manuel Velasco Coello recibieron la noticia como verdadero “balde de agua fría”, mientras otros ven en el hecho una puerta importante para resurgir en el escenario local.
El anuncio (ya advertido), hecho público este lunes, ha generado diversas lecturas sobre la consecuencias inminentes en las definiciones para el proceso electoral estatal. El golpe más fuerte resonó en Casa de Gobierno donde los planes y expectativas hechas por Velasco Coello simplemente no cuajaron. Uno de los peores escenarios previstos para sus objetivos y los de sus delfines se hizo realidad.
Desde el inicio de su administración el mandatario chiapaneco había colocado buena parte de sus apuestas sobre la posible candidatura del actual secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. El funcionario federal se había convertido en el principal interlocutor y promotor de Velasco Coello y sus aspirantes ante Enrique Peña Nieto y su principal grupo de asesores.
Desde Chiapas se movieron muchas piezas y recursos para apoyar el proyecto de Osorio Chong a nivel nacional. Lo dados fueron cargados hacia ese personaje que apuntaba a tener las mayores posibilidades de alcanzar la candidatura priista. Pero el destino les jugó una mala pasada. El fracaso en la apuesta presidencial de Manuel Velasco ha alcanzado su primer punto crítico este lunes.
El grupo encabezado por Luis Videgaray y José Antonio Meade ha resultado el vencedor de la disputa interna por la candidatura presidencial priista. La influencia de Luis Videgaray y su grupo de aliados sobre Enrique Peña Nieto parece haber terminado por sepultar las aspiraciones de figuras como Osorio Chong, Aurelio Nuño, José Narro y Manlio Fabio Beltrones que ahora tendrán que alinearse a la determinación presidencial.
Para nadie es un secreto que la relación entre Videgaray, Meade y Velasco Coello no es la mejor. Manuel Velasco sabe perfectamente que no forma parte del nuevo equipo presidenciable y eso tendrá sus consecuencias inevitables en Chiapas. Los viejos aliados de confianza para Videgaray y Meade en Chiapas son otros, muy lejanos a la afinidades del joven gobernador chiapaneco.
El destape de José Antonio Meade parece afianzar las aspiraciones de Roberto Albores Gleason y Luis Armando Melar al gobierno de Chiapas. Son ellos, de alguna manera, los más cercanos al proyecto de candidatura presidencial encabezado por Meade y al equipo Videgaray. Pero también abre nuevas puertas de oportunidad para personajes como Jaime Valls Esponda quien se ha mantenido distante de la política chiapaneca.
Valls es el único que realmente mantiene amistad cercana, más allá de la política, con el virtual candidato priista; por eso no deberá sorprender su posible incorporación formal al proyecto de Meade. Caso contrario es lo sucede hoy con los alfiles del gobierno verde. Eduardo Ramírez Aguilar sabe ahora más que nunca que una decisión desde la cúpula presidencial no lo va a favorecer de ninguna manera.
Eso responde la nueva agresividad del presidente de la Junta de Coordinación Política en el Congreso de Chiapa para defender “con todo” un divorcio entre el PRI y el Partido Verde Ecologista en Chiapas. Sabe perfectamente que una coalición lo dejaría fuera de la candidatura, dejando finalmente a Manuel Velasco sin aliados leales dentro de la misma alianza partidista que lo llevó a la gubernatura… así las cosas.