Al sur de Perú se halla una ciudad apodada “la ciudad blanca”, no porque su población tenga su tono de piel decolorado, sino porque sus construcciones antiguas fueron levantadas en una particular roca volcánica de color níveo. Se trata de Arequipa, una reliquia andina que se posiciona como la segunda ciudad en cantidad de pobladores del país Inca.
Fue fundada en 1540 como “Villa Hermosa de Nuestra Señora de Asunta”, pero su nombre fue cambiado a Ciudad de Arequipa en 1541 por el monarca Carlos V. Llegó a ser brevemente declarada como capital de la república durante el gobierno de Lizardo Montero (1881 – 1883) y actualmente tiene el reconocimiento de la UNESCO como patrimonio cultural de la humanidad.
Su legado histórico tiene un efecto casi hipnótico en los visitantes que transitan sus calles, ya que conjuga la arquitectura española y la andina, junto con los desarrollos urbanos modernos. La ciudad está dominada por el volcán Misti, a 20 kilómetros hacia el noreste, con una altura de 5825 metros sobre el nivel del mar. Desde la cumbre del Misti es posible observar toda la ciudad de Arequipa y los volcanes Chachani y Pichu Pichu.
Arequipa es muy conocida por su gastronomía, que tiene herencia ancestral transmitida de generación en generación. Se destaca por sus “picanterías”, sitios donde se puede disfrutar de la gran variedad de platos que existen, entre los que se destacan el rocoto relleno y el cuy chactado. Una característica de sus técnicas de cocina es el empleo de utensilios ancestrales, como ollas de barro y batanes (especie de objeto de piedra para moler), así como la cocción de alimentos con leña.
Los encantos de la ciudad de Arequipa
Existen un buen número de atractivos turísticos en la ciudad, que hacen que conocerla sea una experiencia muy completa. Los más importantes los destacamos a continuación:
Centro histórico. En él podemos encontrar, entre otras atracciones, casonas coloniales, la legendaria plaza de armas, la catedral, el monasterio de Santa Catalina de Siena, el convento de la Recoleta, una cantidad de iglesias y construcciones religiosas, el barrio de San Lázaro y el museo de arte virreinal de Santa Teresa.
Mirador de Yanahuara. Ofrece una vista incomparable: se puede divisar la ciudad de Arequipa enmarcada en los volcanes Misti, Chachani y Pichu Pichu. Este punto de observación se encuentra a 2300 metros sobre el nivel del mar y está construido en sillar blanco, del mismo origen que las construcciones coloniales de Arequipa. Se encuentra a solo dos kilómetros del centro de la ciudad.
Cañón del Colca. Ideal para practicar deportes de aventura como trekking, canotaje o bicicleta de montaña. Es considerado el segundo cañón más profundo del mundo y además alberga al majestuoso cóndor de los Andes.
Canteras de sillar y petroglifos de Toro Muerto. Son atractivos más intelectuales pero que despiertan gran interés. En las canteras se puede apreciar el proceso del sillar blanco, la roca volcánica de la que están construidas muchas de las construcciones de Arequipa. En los petroglifos del Toro Muerto se puede observar arte rupestre que pueden datar de principios de la era moderna.
Sin lugar a duda, la ciudad de Arequipa ofrece una vivencia muy completa, que llama mucho la atención a aquellas personas que se consideran aventureros.
Basado en: Arequipa La Guía Absoluta
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