Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; 11 de marzo de 2022 (muralchiapas.com).- La cancelación del programa de Escuelas de Tiempo Completo (ETC), dejará en Chiapas a más de 100 mil niños, niñas y adolescentes, sin atención escolar y alimentación durante su estancia en la escuela.
Carlos Reyes, integrante del Comité de Padres de Familia en Chiapas, manifestó su preocupación por la anulación del programa de Escuelas de Tiempo Completo, ya que coarta con los derechos a la educación de niños, niñas y jóvenes que viven en las zonas más pobres del estado.
“Han tenido un factor muy importante en comunidades de muy alta marginación porque desde ahí el alumno se le alimenta, se le da su desayuno y comida caliente… llegan sin desayunar o probar algún bocado por la economía”.
La Red por los Derechos de las Infancias en México (Redim) condenó la decisión de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de eliminar el programa educativo, argumentando que, tal decisión atenta contra los avances alcanzados en sistemas más igualitarios en el cuidado de niños y niñas y la inclusión laboral de madres.
Hasta el 2019, al menos 27 mil 63 escuelas de educación básica en el país eran atendidas por este programa, con una población estudiantil de 3 millones de niños, niñas y adolescentes, de las cuales, mil 817 instituciones se encontraban en la entidad chiapaneca.
Por su parte, Armando Falconi Borraz, secretario general de la Asamblea Estatal Democrática (AED) de la sección 40 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en Chiapas (SNTE), manifestó que en el estado hay alrededor de mil 800 escuelas que dependen de este programa, por lo que su anulación va más allá de una simple decisión de Estado, ya que se vulnera con los derechos de los estudiantes.
“La anulación de este programa deja a por lo menos al 75 por ciento de la población sin el primer alimento que consumía en el día, así como con la manutención… alrededor de mil 800 escuelas se verán afectadas”, dijo.
Además, José Abel López Layman, docente en Pantepec que laboraba en el programa de Escuela de Tiempo Completo, manifestó que en muchos casos, este programa representaba la oportunidad de que las y los estudiantes de escasos recursos tuvieran al menos una comida al día asegurada y así verdaderamente aprovechar su aprendizaje.
“El que yo le dijera al niño esta quincena vamos a tener de postre un yogurt, pero tienen que venir todos los días, ellos tenían su naranja, plátano, una manzana, pero un yogurt era algo que no y los motivaba, no era que sólo llegarán a comer, sino que los motivaba para algo más”.
“Si yo tengo hambre y me ponen al mejor maestro con la mejor infraestructura y la dinámica más hermosa, no va a servir, porque va a tener hambre y esas son necesidades físicas, sí repercute mucho”, detalló el profesor.
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