La batalla continua en el Congreso Una vez concluidas las campañas electorales, tanto para alcaldes, como para diputados locales, pudiera pensarse que la clase política y sus partidos entrarán en una especie de sosiego que les permita primeramente encaminar sus energías a buscar mejoras sustanciales para la población, pero no es así.

Después de la guerra electoral, ahora viene la guerra legislativa. Los partidos políticos se disputan las comisiones estratégicas para el gobierno, donde logran hacer favores, política y, sobre todo, los recursos económicos que generalmente piden los políticos para beneficiar a otros políticos. Los “entres” o “moches”, pues.

Por ello, ahora en el congreso local se vive una plena batalla por presidir las comisiones, al menos las más importantes.

La madre de todas las batallas esta alrededor de las comisiones legislativas que juegan, auténticamente, con beneficios a sus simpatizantes. En el caso del congreso local la disputa es por la Comisión de Hacienda, que representa el manejo de los recursos; la Comisión de Gobernación y Puntos constitucionales que tiene que ver el poder político. Entra en disputa también la Comisión de Justicia. La de Comunicaciones y transportes. La Comisión de Desarrollo Urbano y Obra Pública. Ello, por mencionar las más importantes.

Hay otras que simplemente representan un factor de presión política de la cual pueden sacar ventaja posteriormente. Pero, lo más importante e inmediato es el dinero que les entregan en forma inmediata y mensual, lo que se reparte entre los miembros de esos instrumentos de revisión colegiada.

De esta forma, presidir una comisión en el Congreso local significa para los legisladores tener la cartera para viajes, vehículos, sistemas de comunicación, viáticos, oficinas alternas y, por si fuera poco, el prestigio de ser el centro de atención de los medios de comunicación.

En la mayoría de las comisiones hay intenso trabajo de legisladores y las decisiones ahí tomadas, mediante el análisis de los proyectos legislativos y trabajos políticos. Otras, simplemente son irrelevantes.

Así las cosas, los diputados locales están en este momento inmersos en la disputa por el control de las comisiones.

Visita contraproducente la de Yassir a Emilio…

Hay una vieja frase que reza: iba por lana y salió trasquilado. Quizá eso fue precisamente lo que le paso al ex alcalde Seth Yassir Vázquez Hernández, cuando hizo acto de presencia en la Cámara de diputados a donde acudió a visitar al diputado federal Emilio Salazar.

De último minuto nos enteramos, también, que a la demanda presentada por la ex presidencia de la Canaco-Tuxtla en contra de Yassir Vázquez Hernández por las afectaciones de Que viva el centro, se suma una hecha por Felipe Granda cuando fue alcalde sustituto.

A principios del mes de julio, el ahora regidor Felipe Granda Pastrana reveló que al término de su gestión como alcalde interino de la capital chiapaneca presentó una demanda penal ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) en contra de José Guadalupe Camacho, quien fuera director de obras durante la administración de Seth Yassir Vázquez Hernández, por su presunta responsabilidad en el quebranto del proyecto denominado ¡Que viva el Centro!

Dijo que al detectar las múltiples irregularidades de esta controversial obra, hizo el deslinde correspondiente ante las autoridades para que éstas sean las que determinen el grado de responsabilidad que corresponde al antes mencionado, así como al ex alcalde.

Aseguro que el poco tiempo que duró su gestión lo dedicó a otras responsabilidades, toda vez que el recurso para las obras del centro ya había sido ejercido en su totalidad.

Dijo, que al concluir su gestión al frente del ayuntamiento dejó en las arcas municipales finanzas sanas ya que se garantizó el salario del personal, así como el pago de aguinaldos a fin de que el alcalde entrante no tuviese dificultad alguna para el desarrollo de sus funciones.

Granda Pastrana, consideró conveniente hacer los deslindes correspondientes en el controversial tema del proyecto antes mencionado y confió que serán las autoridades correspondientes las que fijen el grado de responsabilidad de quienes tuvieron una participación activa y directa en esta obra.

Con este dato queda concluido el tema, al menos de momento, de la polémica foto de Yassir en San Lázaro caminando por los pasillos junto a Emilio Salazar y cuyo ángulo de la toma hace suponer que el francotirador de la imagen forma parte de la misma bancada verde. De ahí lo de fuego amigo.