El estallamiento a huelga este mes en el Instituto Chiapaneco de Educación para Jóvenes y Adultos (ICHEJA) no sólo evidenció el descontento entre el personal que ahí labora, sino además terminó por exponer las prácticas anómalas que, a decir del propio sindicato, han convertido a dicha dependencia en una institución pública dedicada exclusivamente a la operación político-electoral del actual director general.
La inconformidad laboral dentro del ICHEJA acabó por reventar el pasado 16 enero luego del que el actual director general, Gustavo Gómez Ordoñez, incumpliera nuevamente con el pago de prestaciones a finales del 2023, entre otros incumplimientos al contrato colectivo de trabajo que, según el pliego petitorio inicial, son pendientes que se han venido arrastrando desde hace al menos tres años.
Sin embargo, el dato verdaderamente inquietante tiene que ver con la presunta malversación de recursos humanos y financieros que se ha ejecutado al interior de la dependencia. De acuerdo al secretario general del sindicato, Guillermo Olivera Sánchez, lo que ha sucedido al interior del ICHEJA ha sido escandaloso.
Para poder utilizar los recursos en la operación de eventos políticos se dejó de suministrar material a los trabajadores de la institución; incluso se dejaron de aplicar las pruebas a los jóvenes y adultos que buscan acreditar su nivel de estudios, emitiendo certificados exprés que permitieran aparentar un nivel de cobertura y acreditación ficticio para evitar gasto de recursos financieros y humanos en los procesos oficiales.
Según declaraciones de Guillermo Olivera, las coordinaciones de zona del ICHEJA han permanecido en el olvido, sin instalaciones que les permitan un desempeño digno para quienes laboran ahí y las personas que acuden a realizar los trámites correspondientes. Además del uso de enlaces territoriales para la promoción política de funcionarios o aspirantes a puestos de elección.
En el caso de los enlaces territoriales dijo que se tiene un cálculo estimado de entre 500 y 600 personas (pero podrían ser muchas más), pagadas con el presupuesto de la dependencia, que no están haciendo trabajo exclusivo del instituto y que, en muchos de los casos, ni siquiera acuden a las actividades oficiales del ICHEJA; por lo que son considerados prácticamente “aviadores” con actividades en otros rubros.
Por eso la postura, casi inamovible, de los trabajadores inconformes para exigir la destitución inmediata de actual directo general y la administradora de la dependencia. Y es que, aseguran, han llevado al ICHEJA a una grave situación que no sólo ha vuelto inoperativa a la institución, sino además tiene a numerosos chiapanecos y chiapanecas de bajos recurso sin procesos de nivelación educativa real y servicios óptimos.
Lo que sucede hoy en el Instituto Chiapaneco de Educación para Jóvenes y Adultos no asunto menor, se trata de prácticas irregulares que se han convertido en inconformidades persistentes dentro de la administración pública, pero que pocos sindicatos se habían atrevido a exponer con todas sus letras. Por ello lo escandaloso y relevante de semejante caso ventilado, que seguramente sólo es uno de otros tantos más por salir a la luz… así las cosas.