El hermano incómodo del presidente (En la Mira) Héctor Estrada Pío López se ha convertido durante los últimos meses en el centro de los escándalos familiares para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. En marzo se volvió el centro de la controversia tras revelarse videos recibiendo dinero en 2015 de manos de David León, asesor político del entonces gobernador chiapaneco Manuel Velasco Coello.

Hoy el escándalo ronda en torno a la remodelación millonaria de otro estadio de Beisbol en México que, si bien no es propiedad del hermano del presidente, las circunstancias sí lo involucran de manera indirecta. Pío López no es cualquier personaje en torno a la figura del actual mandatario. Es desde hace muchos años el hermano más cercano a Andrés Manuel y uno de sus principales operadores políticos al interior de Morena.

El video revelado en agosto pasado por Carlos Loret de Mola sólo confirmó lo que en Chiapas ha sido un secreto a voces: el financiamiento millonario -con recursos públicos- que hizo Velasco Coello durante toda su administración a la causa de Morena y el papel de Pío como intermediario para ello. No fue gratuito el resultado del reparto de candidaturas en Chiapas, las definiciones a favor de personajes ligados al hermano de Obrador y la constante visita de éste a las oficinas privadas del entonces “gobierno verde”.

La explicación dada por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en torno al estadio que se construirá en Palenque, Chiapas, parece no dejar espacio a las dudas acerca de que no existe nada ilegal en la asignación de los 89 millones de pesos para remodelar el estadio municipal de beisbol donde juega el equipo del hermano del presidente, pero el olor a tráfico de influencias es inevitable.

En la misma explicación dada por la dependencia federal y el propio Andrés Manuel saltan las dudas. Obrador aseguró que la obra forma parte de un conjunto de proyectos de desarrollo urbano para los municipios donde pasará el denominado Tren Maya. ¿Pero qué tiene que ver un estadio de beisbol con la obra ferroviaria? o ¿Cuál fue la justificación real del gobierno municipal para priorizar la remodelación de un estadio sobre otros posibles proyectos urbanos o de interconexión con centros turísticos de la zona?

Y es que, de acuerdo a información difundida por la Sedatu, del total de los recursos asignados al municipio de Palenque para 2021, que oscila en los 200 millones de pesos, casi la mitad (89 millones) serán utilizados para la remodelación del estadio donde casualmente juega el equipo de beisbol, “Las Guacamayas de Palenque”, del que Pío es fundador y miembro de la directiva. El resto será repartido en obras menores como tres Centros de Desarrollo Comunitario, remodelaciones al Parque Lineal de la Expoferia y obras de mejora a la imagen urbana que no se especifican.

Pero la obsesión para derrochar millones en el beisbol dentro de la 4T no es un tema que sorprenda.  En 2020 el mismo Andrés Manuel López Obrador anunció una inversión 430 millones de pesos para la construcción de la primera escuela nacional de beisbol en Sonora, dentro de un proyecto sexenal que prevé la edificación de otras cuatro escuelas similares en diversos puntos de la república a fin de “promover y desarrollar” el deporte predilecto del actual presidente de la república.

Si bien es cierto que los trámites, por más sospechosos que sean, se hicieron por las vías legales, resulta una ofensa al sentido común tratar de negar lo que parece evidente. La priorización de los millonarios recursos federales para remodelar un estadio de beisbol intrascendente, donde casualmente juega el equipo del hermano del presidente, habla por sí sola, con o sin evidencias comprobables de por medio. Lamentablemente para la 4T, Pío López Obrador se ha convertido en ese hermano incómodo cuyas evidencias de corrupción siguen dejando sin excusas convincentes al propio Andrés Manuel… así las cosas.