La deuda pública en Chiapas, herencia inevitable (En la Mira) Héctor Estrada Acorde a su destacada labor periodística, este lunes los creadores de la agencia noticiosa “El Estado” salieron a circulación con la versión impresa de trabajo: el semanario “El Estadista”. Y se inauguraron con un tema sensible para la población chiapaneca: la interminable deuda pública estatal que apunta a trascender el sexenio aún en peores condiciones que como fue recibida hace ya casi cinco años.

De acuerdo a la información publicada este inicio de semana, a sólo un año y medio de terminar la administración de Manuel Velasco Coello la deuda pública de Chiapas no presenta recuperación significativa. Entre 2016 y lo que va del 2017 la deuda estatal apenas se ha reducido en alrededor de 500 millones de pesos, pasando de 20 mil 468 millones de pesos a 19 mil 992 millones.

Se trata de uno de los peores desempeños estatales a nivel nacional. Y es que, de acuerdo a datos del informe sobre “Financiamientos de Entidades Federativas y sus Entes Públicos 2016”, emitido por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP), en 2012 la administración entrante de Velasco Coello recibió la deuda estatal con un monto de 16 mil 412 millones de pesos, por lo que el incremento durante los últimos cinco años ha incrementado en alrededor de tres mil 500 millones.

Los datos publicados por el Índice de Desempeño Financiero de las Entidades Federativas (IDFEF) colocan a Chiapas como la segunda entidad con las peores calificaciones a nivel nacional en diversos rubros económicos que también tienen que ver con la administración de la deuda pública. De acuerdo al desempeño presentado por Chiapas, durante los años 2014, 2015 y 2016, la entidad apenas alcanzó una calificación promedio de 49.1, sólo superada por el estado de Coahuila que alcanzó las peores notas con 43.3 de calificación promedio.

El Índice de Desempeño Financiero de las Entidades Federativas ordena a los estados del país de acuerdo a su labor en la generación de ingresos propios, la administración de su endeudamiento, el control de su gasto administrativo, la generación de ahorro interno y los esfuerzos por canalizar recursos hacia la inversión productiva.

Y es que, no es la primera vez que la entidad chiapaneca se coloca entre las peores calificadas. A partir de 2012 comenzó a mostrar una tendencia a la baja dentro de este estudio estadístico nacional, sin alcanzar hasta el momento promedios de calificación aprobatorios. Lo preocupante del caso es que el IDFEF es actualmente uno de los instrumentos estadísticos más utilizados por los grandes inversionistas a la hora de tomar decisiones en México.

Ya antes se había advertido que la situación que actualmente enfrenta la entidad chiapaneca advierte inminentes riesgos. No deberá sorprender el anuncio de nuevos endeudamientos millonarios durante los meses que restan al actual gobierno, muerto tan prematuramente. Las condiciones para repetir la historia de saqueo están dadas, por lo que, seguramente, el endeudamiento estatal y otros tantos problemas terminarán siendo otra vez la herencia inevitable para el próximo gobierno… mientras tanto no queda más que desear muchos éxitos al nuevo semanario “El Estadista” … así las cosas.