¿Cuáles son compromisos que deberá asumir Carlos Morales en el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez? Por Raúl Ríos Trujillo

Lo hemos escrito en el pasado, gobernar la capital Tuxtla Gutiérrez es materia compleja, en pocos años Tuxtla ha coleccionado una larga lista de nombres que han presidido su comuna sin que alguno de esos nombres se haya salvado del escrutinio público, ocupar la silla municipal coneja puede ser una suerte de albur.

No obstante, el viejo edificio municipal sigue significando un trofeo digno de lograr, dicho sea de paso, su sitio en el imaginario del poder es privilegiado, casi es la antesala de palacio de gobierno y es por eso que ocuparlo ha sido la materia de no pocos, para algunos incluso se ha vuelto una obsesión.

Esto es bueno y malo a la vez porque significa que quien se apunte a gobernar la capital debe entender el riesgo de que este puesto podría significar su tumba política a menos de que esté verdaderamente dispuesto a hacer un buen papel.

Si hablamos de personajes obsesionados con la capital tenemos que mencionar al hoy virtual presidente municipal Carlos Orsoe Morales Vázquez, los que tenemos tantita memoria sabemos que Carlos Orsoe no únicamente ha sido un enamorado de la silla coneja si no que su deseo de ocupar la presidencia de la comuna municipal ha trascendido, es buena noticia que por fin haya logrado el objetivo que lo ha ocupado desde hace más de 20 años.

Pero bueno, ahora que, por angas o por manga Carlos Morales es el virtual presidente municipal hay que despertarlo un poco, la verdad es que su sueño puede convertirse en pesadilla si no se aplica verdaderamente, la capital Tuxtla Gutiérrez está en alguno de sus peores momentos de la historia.

Jugueteado hasta el hartazgo por oscuros personajes en el pasado, usado como laboratorio de tribulaciones, la capital de Chiapas, lejos del esplendor que lo distinguió en los años setentas luce desvencijado y su lugar en el ajedrez político en vez de ayudarlo lo ha hundido, hay que decirlo, sacarlo adelante es una verdadera tarea de titanes.

¿Cuáles son los compromisos que debe asumir el nuevo presidente municipal para salir adelante frente a un terreno verdaderamente desalentador? Es la pregunta del millón, a fuerza de meditarlo, a fuerza de analizar el desempeño de los antiguos inquilinos del palacio municipal podemos ayudarle al buen amigo Morales Vázquez a descubrir el hilo negro.

La clave está en apuntar objetivos claros, dejar de ver a la comuna como la caja chica de palacio de gobierno, para todos es público que por primera vez en mucho tiempo el poder de palacio no está totalmente ligado a quien ocupará la silla de la capital, dicho en otra forma, no hay en el nuevo ocupante de palacio municipal una liga directa con el que será gobernador, al menos no un lazo de deuda o compromiso.

Carlos Morales no es alguien que se haya hecho en la reciente campaña que llevó al poder al virtual gobernador Rutilio Escandón Cadenas, de hecho, tiene los arrestos necesarios para plantear un abordaje distinto e incluso una independencia para gobernar, eso es justamente lo que necesita Tuxtla ahora más que nunca, alejar su rumbo y su ritmo al del interés del poder en turno.

El nuevo edil deberá ocupar su tiempo en sacar adelante la capital, concentrarse en eso, dar seguimiento a las políticas correctas, entender que tres años no serán suficientes para recuperar el esplendor de la capital coneja, visualizarse como el personaje que puede empezar a sacar del bache la tierra de los conejos, tiene todos los elementos para lograrlo, pero debe no equivocarse, por lo menos no equivocarse mucho.

En este espacio de análisis hemos ya hablado del desempeño de Carlos Molano el último de los alcaldes que a Tuxtla le tocó tener de rebote, en casi tres años perdidos el que fuera regidor de la comuna tuxtleca en tiempos de Fernando Castellanos Calymayor ha resultado ser un funcionario ecuánime que consciente de su fugaz desempeño ha hecho en pocos meses mucho de lo que los capitalinos esperamos haga una administración completa de tres años, Carlos Morales debe continuar con esta visión.

Los compromisos que deberá asumir entonces el nuevo alcalde tienen que ver con sostener e incluso mejorar los servicios públicos básicos al cien por ciento, evitar a toda costa que grupos delincuenciales se apoderen de las calles aprovechando la necesidad de la gente que se dedica al comercio informal, entender que el lastre de la capital se solucionará también con mano dura, han sido años de oportunismo político los que lo han llevado a la situación actual.

En los últimos meses hemos visto un impasse a los problemas graves de seguridad pública, el desempeño de la estrategia para inhibir la delincuencia al parecer ha funcionado y puede tener grandes frutos si se le da seguimiento adecuado, algunas de las razones por la que la reelección de presidentes municipales es ya una realidad es precisamente la coyuntura de políticas a largo plazo.

Es necesario entonces que Carlos Morales no deseche el trabajo de los últimos meses mismos que han sido los que han rescatado el trienio que inició el hoy excandidato a la gubernatura Fernando Castellanos Calymayor, es necesario cerrar las heridas y plantearse una nueva visión rescatando lo mejor de las anteriores administraciones y lo mejor de la administración que casi termina es lo que ha encabezado Carlos Molano en los últimos meses.

Los capitalinos no quieren obras de relumbrón sin trascendencia social, hay mucho por hacer, hace más de diez años, luego de los gobiernos panistas, se planteó el cambio del sistema de drenaje mismo que databa de hace 70 años, ahora mismo los capitalinos seguimos sufriendo de obras mal planeadas que buscan paliar (ni siquiera solucionar) estas carencias, las calles destruidas, la excesiva corrupción y burocracia también son lastres con las que tendrá que lidiar el nuevo presidente municipal, por el bien de todos, ojalá tome las mejores decisiones, aquí estaremos vigilándolo.