Matemáticas electorales a unos días de la elección (Por Raúl Ríos Trujillo) A estas alturas del partido, a una semana del día cero, el sistema parece resetearse, iniciará, como cada seis años y todos los relojes se sincronizarán otra vez al mismo número. 

Pero ¿Esta vez será distinto?

Lejos del discurso, lejos de la respuesta y el hartazgo del pueblo mexicano hacia un sistema decadente que tuvo la oportunidad de cambiar y no lo hizo, lejos de los espejitos, de diatriba ambivalente, de los supuestos, de las altas expectativas hacia lo que se espera venga con el cambio, si llega a triunfar MORENA en las elecciones, lejos de todo esto que imaginamos, algo es seguro, a la sociedad mexicana le faltan vatios lustros para entender que el verdadero cambio no llegará desde el poder si no desde las mismas tripas de la sociedad y la construcción de su ciudadanía.

A pocos días esta fecha fatal esperamos más guerra sucia, tal vez algunas renuncias de estructura, algunos se quitarán la máscara otros accionarán sus últimas barajas, otros se tirarán a morir o a matar, con las horas del reloj también avanzan las certezas, las matemáticas electorales pocas veces fallan y estas no se alimentan de números inflados o de encuestas a favor, lo que pasará el 1 de julio ya está en los escritorios de los actores, las posibilidades se cierran, antes del cierre de la última casilla sabremos ya quien gobernará el destino de los mexicanos y claro, también de los chiapanecos.

Hace una semana escribimos en este mismo espacio que al cierre se pondría muy interesante el ambiente electoral y no nos equivocamos, la guerra de baja intensidad y las patadas bajo la mesa no se dejaron esperar los discursos de los candidatos encendieron las primeras planas, los rumores, los ataques, los memes, las redes sociales son parte activa de este proceso electoral, no ha habido un segundo de descanso, era de esperarse.

Todos los días brinca un nuevo rumor, la semana pasada se dijo que el quinto candidato Fernando Castellanos Calymayor renunciaría a favor del abanderado tricolor Roberto Albores Gleason, el rumor fue avivado por la reunión del gobernador Manuel Velasco con el presidente Enrique Peña Nieto en marco a sus actividades como presidente en turno de la CONAGO y de la firma del decreto de aguas, no pasó nada, el propio Fernando salió a atajar el rumor diciendo que nunca renunciaría a favor del PRI.

Este chisme que avivaría la sospecha de un pacto entre el que manda en Chiapas con la federación, y que (para ser claros) beneficiaría únicamente al PRI, también tuvo su otra lectura, el pacto en realidad sería con MORENA y la renuncia del chamaco Castellanos Calymayor sería hacia la campaña de Rutilio Escandón Cadena, las dos versiones recorrieron las esquinas del internet, ninguna de ellas se concretó.

Las encuestas siguieron elevando las posibilidades para el candidato Escandón Cadena y hundiendo al PRI, a estas alturas del partido lo que menos tendremos que analizar son las encuestas porque más que nunca estarán inciertas hacia la línea que ya se trazaron, la encuesta que verdaderamente importa es la elección el 1 de julio y de esa todavía no podemos asegurar nada.

Ahora bien, si nos concentramos en la elección a gobernador del estado y analizamos las matemáticas electorales tendremos ciertos datos, con el afán de no adelantar nada podríamos hacer el ejercicio de poner los datos como dados en la mesa, tenemos el número de la lista nominal en Chiapas, que según el INE andan en un orden de 3 millones 500 mil ciudadanos con credencial para votar, es decir el cien por ciento, el universo electoral.

De este universo electoral tenemos el dato histórico que la participación promedio en Chiapas en los últimos años, varía entre 40 y 60 por ciento, (seamos optimistas y pensemos que votaremos con una participación del 60 por ciento), es decir, si votamos el 60 por ciento de la lista nominal seremos aproximadamente 2 millones 100 mil ciudadanos que elegiremos gobernador.

Bien, ahora veamos el comportamiento electoral de AMLO en los últimos sexenios. En 2006 fue el candidato que obtuvo más votos con 546 mil, para el 2012, sostuvo un crecimiento del 16 por ciento incrementando 89 mil votos a los 546 que ya traía, de seguir en esta tendencia se espera que Chiapas le dará a AMLO 730 mil votos este 2018, votos que serán suficientes para que el candidato Rutilio Escandón dé la batalla.

No obstante, no podemos soslayar que esta campaña ha sido distinta a las anteriores, AMLO arrasa en las encuestas y a diferencia de las anteriores ocasiones, no únicamente no ha dado pasos para atrás si no que se aleja más y más de su contrincante más cercano Ricardo Anaya, por lo que podemos concluir que la cifra de 730 mil es sólo un aproximado porque probablemente los votos del tabasqueño en Chiapas sean más, pongamos que un millón (por decir un número).

Bien; pero tampoco ignoraremos que los votos de AMLO podrían no ser los votos de Rutilio, para nadie es un secreto que el ex magistrado Escandón Cadena no es monedita de oro y existen grupos de MORENA que lo desprecian por su origen oficialista, entonces si no es dueño del millón de votos morenistas, tampoco será castigado con menos de 600 mil (mismos que podríamos decir representan el voto duro de MORENA en Chiapas).

Para concluir con este ejercicio de matemática electoral que no tiene ningún afán más que de analizar en un contexto claro basado en datos reales el panorama actual, podríamos decir que el un millón 500 mil votos restantes tendrían que repartirse entre los cuatro candidatos no mencionados en el análisis.

Yo le apunto a Albores Gleason 500 mil del voto duro priista, Aguilar bodegas con 400 mil, Chus Orantes sostendrá sus 100 mil firmas, y Castellanos le pegará otros 400, (quizá más), los restantes son los votos nulos mismos que también, es posible alcancen los cien mil tomando en cuenta que en la anterior elección llegaron a contabilizarse 89 mil votos anulados.

El anhelo es que las próximas elecciones transcurran sin violencia, sin sangre derramada, sin caos, una contienda electoral blanca y transparente, sabemos que en realidad lo que se anticipa está en las antípodas de lo ideal, pero, con la misma vehemencia que el Chicharito Hernández respondió al pesimismo antes del primer partido del TRI en el mundial de Rusia 2018, los que anhelamos un mejor México preferimos imaginar que sucederán "cosas chingonas", adelante, soñemos.