En América Latina, el acceso a la tecnología, por parte de las Pequeñas y Medianas empresas (PyMes), ha sido desigual por años. Un estudio de la revista científica Multidisciplinary Latin American Journal (MLAJ) reveló que más del 70% de las PyMes operan con niveles bajos de madurez digital. Sin embargo, hoy en día la transformación digital está lejos de ser una opción para los empresarios: es una necesidad. 

De acuerdo con una investigación de iStock, el principal sitio que ofrece imágenes y videos, 4 de cada 10 PyMes en la región afirman que su principal reto sigue siendo competir contra grandes cadenas. Las barreras estructurales como la limitada conectividad, la escasez de talento calificado y el acceso restringido al financiamiento o la digitalización son algunos de los obstáculos que las PyMes de Latinoamérica aún enfrentan y que reflejan la brecha existente entre los pequeños negocios y las grandes empresas. 

Sin embargo, además de los retos estructurales, culturales y económicos que deben superarse para cerrar la brecha digital y promover un desarrollo económico sostenible y equitativo, existe un elemento más accesible —y potencialmente desaprovechado— para las empresas que ya se encuentran en procesos de adopción tecnológica: cómo muestran a sus clientes que ya son digitales y modernos. 

Varias recopilaciones de datos informan que 54% de las PyMes en LATAM ya usan inteligencia artificial y cerca del 60% la incorporan activamente en sus operaciones. Además, grupos como Gen-Z y Millennials aseguran que comprarían más en pequeñas empresas que ofrezcan opciones de pago y entrega más flexibles, y consideran un sitio web propio como un factor clave de credibilidad. El reto, entonces, no es únicamente adoptar tecnología, sino mostrarlo de manera visual y estratégica. 

 

¿Qué significa modernizarse visualmente? 

Los consumidores de hoy esperan que las empresas, independientemente de su tamaño, ofrezcan experiencias digitales básicas. Un sitio web funcional, opciones de pago en línea, comunicación en redes sociales o correo electrónico, y una gestión eficiente de pedidos y entregas ya no son un “plus”: son requisitos mínimos para muchos clientes. 

Hallazgos de VisualGPS, la plataforma de investigación de iStock, muestran que en LATAM 80% de las personas usaron tecnología para resolver un problema, y que uno de los principales beneficios que perciben de ella es hacer su vida más fácil —más conveniente, más productiva y más eficiente. Además, visualmente, los elementos que más influyen en la percepción de modernización son, mostrar que ofrecen servicio al cliente accesible y responsivo, comunicación transparente sobre precios, tarifas así como contenido visual que deje claro que la empresa entiende y atiende necesidades reales de sus clientes. 

“Muchas empresas creen que mostrar tecnología es sinónimo de cables y pantallas. Hoy en día algunas de las imágenes más populares para visualizar tecnología muestran hologramas, líneas luminosas de código, y en gran abundancia se usa el color azul para comunicar ‘tecnología’. Sin embargo, las empresas dejan de lado que las personas quieren ver su lado más humano. Buscan ver elementos que les brinden sí seguridad, pero también realismo y escenarios con los que se puedan relacionar”, comentó Samuel Malave, Gerente de Investigación Creativa en iStock. 

 

Para acompañar a las PyMEs de la región en su proceso de modernización visual, los expertos de iStock comparten cinco estrategias clave para fortalecer sus materiales de marketing y publicidad: 

  1. Sustituir lo futurista por lo cotidiano. Evitar hologramas, códigos flotantes o estéticas “de laboratorio”. Mostrar a una persona usando una herramienta de IA en su teléfono, una emprendedora analizando datos en una laptop accesible, o un negocio recibiendo pedidos digitales desde un modelo híbrido laboral resulta más creíble y efectivo. 
  2. Humanizar la tecnología. Poner en primer plano a las personas y cómo la tecnología les resuelve problemas: un cliente recibiendo atención rápida mediante chat, un proceso de entrega optimizado o una comunicación clara vía redes sociales. 
  3. Reflejar entornos reales latinoamericanos. Los usuarios conectan mejor con escenarios que reconocen: mercados locales, pequeños talleres, oficinas improvisadas en casa, comercios familiares y espacios diversos donde sí ocurre la vida cotidiana. 
  4. Priorizar señales de confianza digital. Imágenes o videos que muestren procesos ordenados, pagos electrónicos, transparencia en tarifas, empaques cuidados, respuesta rápida y trato cercano generan una percepción inmediata de modernidad. ​ 
  5. Evitar clichés tecnológicos. El “azul tecnológico”, los circuitos, los robots genéricos o las manos tocando interfaces holográficas pueden comunicar alejamiento, no innovación. 

En un contexto donde competir con grandes cadenas sigue siendo el principal desafío para millones de PyMes, la tecnología ya es un aliado. Pero comunicar esa modernización de forma clara, humana y visualmente honesta puede convertirse en una ventaja competitiva tan importante como la adopción misma. 

*****