Ciudad de México, México. 01 de Septiembre de 2025.- Uniformes, útiles escolares, cuotas, transporte, materiales y hasta dispositivos electrónicos. El inicio del ciclo escolar representa uno de los momentos de mayor presión económica para millones de familias mexicanas, y en 2025, ese peso parece haberse intensificado: de acuerdo con el más reciente Estresómetro de Tala, el 96% de los mexicanos reporta que el regreso a clases tiene un impacto alto en su economía, al punto de comprometer otros rubros esenciales de su presupuesto mensual.
Lejos de tratarse de compras impulsivas o no prioritarias, el Estresómetro revela una realidad ineludible: la educación es una necesidad básica, pero financiarla se ha vuelto un reto creciente en el contexto actual. El informe indica que el 88% de las personas consideró recurrir a algún tipo de crédito para solventar los gastos escolares, y en muchos casos, se trata de la única alternativa viable para no sacrificar otras obligaciones como alimentación, renta o servicios.
Según el estudio, los principales gastos identificados en este periodo son útiles escolares (74%), uniformes (68%) y pago de inscripciones o colegiaturas (60%). A esto se suman otros gastos “invisibles”, como el transporte, el internet o el refuerzo académico, que impactan directamente en el presupuesto mensual sin estar siempre planeados.
Incluso existen varios gastos esenciales que, además de sufrir incrementos considerables desde el año pasado, son vitales para el curso escolar, como los alimentos y la canasta básica, servicios como luz, gas o internet, y gastos en salud. De hecho, el 97% de los encuestados percibió un aumento generalizado en los precios respecto al regreso a clases de 2024.
Crédito digital que acompaña, no que endeuda
Ante este panorama, los usuarios de Tala han optado por tomar decisiones financieras más estratégicas. El 61% utilizó una parte o la totalidad de sus ahorros, y 54% recurrió a estrategias como buscar ofertas para mitigar el gasto. Aun así, el margen de maniobra sigue siendo limitado: el 76% tuvo que reducir otros gastos —como vacaciones, salud y entretenimiento— para hacer frente a los gastos escolares.
A diferencia de los productos financieros tradicionales, el crédito digital ofrece algo que va más allá del acceso al dinero: agilidad, control y personalización. Para muchas familias, poder resolver un gasto escolar inesperado en cuestión de horas, desde una app, sin trámites largos ni incertidumbre, marca una diferencia real. Además, el diseño flexible de estas soluciones permite que el préstamo se ajuste a la capacidad de pago y al momento de vida de cada persona, sin comprometer su estabilidad futura.
“El crédito digital puede ser una herramienta muy útil, siempre que se utilice con conocimiento y una buena planeación. Es importante que las personas analicen si realmente requieren el préstamo, comparen distintas alternativas y entiendan claramente las condiciones antes de contratar. La rapidez y facilidad de acceso no deben ser los únicos factores a considerar; informarse y asegurarse de que la plataforma esté regulada y opere legalmente es clave para evitar caer en manos de aplicaciones fraudulentas”, señala Oscar Rosado, Presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Educación y estabilidad financiera: una relación urgente
El Estresómetro de Tala también evidencia una tendencia clave: las familias no solo quieren resolver el presente, sino construir un futuro financiero más saludable. Sin embargo, 56% de las personas no planeó los gastos del regreso a clases, y apenas 27% consideró reutilizar útiles o uniformes del año anterior.
“En Tala sabemos que la educación de los hijos no puede ponerse en pausa por falta de dinero. Hemos detectado que cada regreso a clases no solo tensiona los bolsillos, sino que obliga a elegir entre cumplir con las necesidades escolares o cubrir otros gastos esenciales. El crédito digital es una herramienta que busca romper ese ciclo y dar financiamiento responsable a quienes más lo necesitan, cuando más lo necesitan, con requisitos que se ajustan a ellos y sin esperar por una respuesta mucho tiempo ”, señala David Lask, director general de Tala en México.
El regreso a clases no debería ser sinónimo de ansiedad ni de sobreendeudamiento. Con herramientas adecuadas, acceso responsable al crédito y educación financiera real, las familias mexicanas pueden enfrentar este reto con mayor tranquilidad y previsión.
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