Ciudad de México, 24 de enero 2025 – La infertilidad es una condición que afecta a millones de personas en el mundo y que, en México, enfrentan 1.5 millones de parejas de las cuales solo el 56% ha buscado atención especializada según datos del Consejo Nacional de Población (CONAPO). Esto refleja un problema de salud pública que requiere soluciones responsables, éticas y accesibles para las personas que desean formar una familia.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 10% y el 15% de las parejas a nivel mundial experimentan dificultades para concebir después de un año de relaciones regulares sin métodos anticonceptivos. Este desafío, que afecta tanto a parejas heterosexuales como del mismo sexo, personas mayores y aquellas con condiciones médicas particulares, puede tener un impacto profundo en la salud emocional y física.
“La infertilidad no solo es un problema médico, sino también emocional y social”, explicó el Dr. Edgar Alonso Cruz, ginecólogo y director de la clínica Meraki Health. “Muchas personas enfrentan estrés, ansiedad, estigmatización y presiones culturales, lo que puede agravar la experiencia de no poder concebir. En algunos casos, incluso llegan a evitar el uso de métodos anticonceptivos por miedo al juicio social, al intentar demostrar su fertilidad”.
Aunque en México operan más de 200 clínicas de reproducción asistida y 143 establecimientos particulares para la atención en el ramo gineco-obstetra, especialistas advierten que no todas cumplen con los permisos, certificaciones y estándares necesarios para garantizar un tratamiento seguro y ético, lo que puede representar un riesgo para la salud de las personas.
“El crecimiento de clínicas de fertilidad en el país no siempre garantiza calidad, es fundamental que quienes buscan atención verifiquen que los centros cuenten con todas las certificaciones requeridas, así como con un equipo médico capacitado para manejar cualquier eventualidad durante los tratamientos”, agregó el Dr. Cruz.
El número creciente de clínicas en el país hace imperativo que las personas interesadas en tratamientos de fertilidad investiguen antes de tomar una decisión. Según el Dr. Cruz, las clínicas deben cumplir con ciertos requisitos indispensables:
Permisos y certificaciones oficiales: Esto incluye la regulación sanitaria local y estándares internacionales en salud reproductiva.
Tecnología avanzada y actualizada: Para garantizar la efectividad y seguridad de los procedimientos, desde diagnósticos iniciales hasta tratamientos más complejos.
Personal médico capacitado: Especialistas que puedan manejar complicaciones y brindar acompañamiento integral durante todo el proceso.
“Algunas clínicas no certificadas pueden ofrecer precios bajos, pero a un alto costo para la salud de las personas. Elegir un centro confiable es clave para evitar riesgos innecesarios. Por eso nuestro objetivo en Meraki Health no es solo lograr embarazos, sino acompañar a las personas en un momento crucial de sus vidas, ofreciéndoles las herramientas médicas y emocionales necesarias para tomar decisiones informadas sobre su futuro”, concluyó el Dr. Cruz.
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