Con estrategias efectivas se puede reducir la dependencia de plataformas e incrementar el canal digital propio.
Salir primero en Google es, sin duda, el escaparate más grande y valioso en línea. Siendo el motor de búsqueda más popular del mundo, domina alrededor del 80% de todas las búsquedas en ordenadores y un impresionante 97% de las búsquedas móviles. Con estas cifras en mente, es evidente que estar en Google, y más aún, ocupar la primera posición, es crucial para cualquier empresa que desee destacar y competir en el mercado digital.
La importancia de aparecer en los primeros resultados de búsqueda va más allá de la simple visibilidad; se trata de construir confianza, generar reconocimiento de marca y, lo más importante, aumentar las ventas sin depender de gigantes del comercio electrónico como Mercado Libre o Amazon.
El reconocimiento de una empresa es uno de los principales beneficios de estar bien posicionado. Para muchas compañías, ver su sitio web aparecer en la cima de los resultados de búsqueda puede ser un hito emocionante. Sin embargo, las búsquedas relacionadas con el nombre de la marca, aquellas en las que los usuarios escriben directamente el nombre del negocio, no siempre son tan efectivas si este no es ampliamente conocido.
Es aquí donde Google demuestra su verdadero valor al permitir que las empresas presenten su marca a nuevos clientes potenciales que están buscando productos o servicios específicos. En México, donde el comercio electrónico está en constante crecimiento, este aspecto es especialmente relevante. Un estudio de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) reveló que en 2022, más de 63 millones de personas en el país compraron productos o servicios en línea, lo que representa un aumento del 170% en comparación con 2018.
Asimismo, el consumo en México es cada vez más omnicanal y los consumidores combinan la búsqueda en línea con la compra en tiendas físicas. El reporte de la AMVO también revela que la moda, la tecnología y los artículos para el hogar son los sectores que más se destacan en las compras en línea en el país. Esto sugiere que las empresas en estos sectores, en particular, tienen una gran oportunidad para capitalizar su presencia en Google.
La moda, liderada por un 53% del interés de los compradores, es un ejemplo claro de cómo una marca bien posicionada puede atraer a una gran audiencia. La tecnología y los artículos para el hogar también tienen un lugar destacado en las preferencias de los consumidores, con un 38% y 33% de interés respectivamente.
Además, es importante destacar que las redes sociales juegan un papel crucial en la decisión de compra de los consumidores mexicanos, especialmente entre los más jóvenes. Con un 56% de influencia de compra atribuida a las redes sociales, es evidente que una estrategia de marketing digital eficaz debe considerar la integración de campañas en plataformas como Facebook e Instagram junto con la optimización en Google. Esta combinación permite a las empresas maximizar su alcance y atraer a un público más amplio.
Y es que a medida que más consumidores recurren a Internet para realizar sus compras, la reputación en línea se vuelve un factor determinante. Hoy en día, los usuarios investigan, comparan y "stalkean" a las empresas antes de tomar una decisión de compra. Por ello, tener buenas referencias y reseñas positivas en línea es esencial para generar confianza tanto en los usuarios como en el algoritmo de Google. Una empresa con una sólida presencia en línea y una reputación bien establecida tiene más posibilidades de aparecer en los primeros resultados de búsqueda, lo que a su vez aumenta las probabilidades de conversión.
En México, donde plataformas como Mercado Libre y Amazon han dominado el comercio electrónico, depender exclusivamente de estas puede presentar varios riesgos. Aunque estas gigantes del comercio en línea ofrecen una exposición masiva, las empresas que optan por esta vía pierden cierto control sobre la experiencia del cliente y, en algunos casos, sobre el precio de sus productos. La dependencia excesiva en plataformas de terceros puede limitar la capacidad de una empresa para personalizar su oferta y mantener una conexión directa con sus consumidores.
Para evitar estos problemas, es crucial que las pequeñas y medianas empresas, sobre todo, refuercen su presencia en Google. Al optimizar sus sitios web para aparecer en los primeros resultados de búsqueda, pueden atraer directamente a los clientes hacia sus propias plataformas, evitando así la dependencia de intermediarios.
En este contexto, surgen agencias especializadas en estrategias digitales que tienen como objetivo mejorar la presencia en línea de los negocios, optimizar la visibilidad y la interacción de los usuarios a través de estrategias personalizadas que se ajustan a los diversos algoritmos digitales. Por lo general, las agencias ofrecen un enfoque integral que abarca desde la validación de contenido y auditorías técnicas hasta la exploración de canales digitales, diseño de estrategias e implementación.
Alejandro Trecco, cofundador de Pórtico 8, señala: “Frente a una recesión que afecta transversalmente todos los sectores, las empresas están descubriendo en el comercio electrónico un aliado robusto para mantener y potenciar sus ventas (...) Las empresas que adoptan estrategias de comercio electrónico pueden reducir costos operativos significativamente al tiempo que amplían su alcance de mercado”.
De esta forma, dichas estrategias no solo ayudan a las empresas a reducir su dependencia de grandes plataformas, sino que también les permite establecer un control más firme sobre su marca y sus operaciones en línea. Al centrarse en mejorar la visibilidad en los motores de búsqueda y utilizar tácticas digitales avanzadas, las compañías pueden lograr un equilibrio entre aprovechar el alcance de las grandes plataformas y mantener una identidad de marca fuerte y autónoma.