Estamos en la temporada donde los atletas a nivel mundial se reúnen, no solo alrededor de un evento deportivo internacional, sino también como una fuente de inspiración para muchas personas, incluidas las personas que viven con condiciones como la Esclerosis Múltiple (EM).
De acuerdo con datos proporcionados por El Atlas de la EM[1], se estima que más de 2,9 millones de personas en todo el mundo viven con este diagnóstico, y en México se registran aproximadamente 20 mil casos con esta condición[2]. Por ello, practicar algún deporte o realizar actividades físicas, juega un papel fundamental, ya que los beneficios que ofrece son varios, desde temas físicos y psicológicos, mejorando la calidad de vida y ayudando en el manejo dela enfermedad.
“Las personas con EM pueden presentar una variedad de manifestaciones que incluyen fatiga, déficit visual, debilidad muscular, problemas de coordinación y equilibrio, alteraciones cognitivas, entre otros, sin embargo, las personas que practican algún deporte o realizan actividad física muestran beneficios significativos, tanto en su salud física, como en su salud mental y emocional”, mencionó la Dra. Saira Sarmiento, Neuróloga especialista en Esclerosis Múltiple.
Expertos recomiendan combinar la actividad física con ejercicios aeróbicos, estiramientos y entrenamientos de fuerza, dependiendo de cada paciente.
Los ejercicios aeróbicos como correr, trotar, nadar, andar en bicicleta o saltar la cuerda, mejoran el sistema cardiovascular y respiratorio al aumentar el oxígeno en el cuerpo.
Los ejercicios de flexibilidad permiten mejorar la movilidad articular, reduciendo la espasticidad y el control postural, además del equilibrio. El yoga y el Tai-chi son buenas disciplinas que se pueden practicar[3].
Ejercitar la fuerza, de manera regular, es esencial para las personas con EM, ya que la debilidad muscular es un síntoma común, por lo que hacer circuitos con máquinas de peso, pesas libres, bandas de resistencia o con el peso del propio cuerpo, estimula el cuerpo y lo mantiene estable.
“El ejercicio constante no solo mejora la salud física de las personas con EM, también influye en el estado de ánimo, reduciendo el estrés y la ansiedad. Además, algunos análisis han encontrado que el ejercicio, está asociado con mejoras significativas en diversas áreas cognitivas, incluyendo la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento”, comentó la Dra. Sarmiento, Neuróloga especialista en Esclerosis Múltiple.
Para las personas con EM, el ejercicio debe ser adaptado a sus capacidades individuales, evitando el sobreesfuerzo, ya que esto puede exacerbar las manifestaciones de la EM. Por esto, es crucial que estas personas consulten a su médico o fisioterapeuta antes de iniciar cualquier programa de ejercicio para asegurarse que las actividades sean seguras y adecuadas para su condición específica.
En algunas ocasiones, para garantizar la seguridad, es recomendable la compañía en domicilio del paciente durante la actividad del ejercicio para supervisión y asistencia en caso necesario.
En épocas donde el deporte capta una mayor atención a nivel mundial, es importante hacer énfasis que este tipo de eventos pueden inspirar a personas con EM a participar en actividades físicas y a ver al ejercicio como una herramienta valiosa para enfrentar los desafíos diarios de la enfermedad y ayudar a la prevención de brotes o recaídas.
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