Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, determinan que, entre 100 y 300 niños menores de 5 años mueren debido al virus respiratorio sincitial, VRS, una de las causas más comunes de enfermedades respiratorias en la población infantil.
El virus respiratorio sincitial también es motivo de alerta en los adultos, se estima que, cada año, en los Estados Unidos entre 60.000 y 160.000 adultos mayores son hospitalizados y entre 6.000 y 10.000 de ellos mueren a causa de esta infección.
Buenos Aires, Argentina a 19 de abril de 2024.- Reconocido como una causa de bronquiolitis viral en bebés desde hace prácticamente 70 años, el virus respiratorio sincitial, VRS, ha sido ampliamente identificado como un patógeno importante en recién nacidos y niños pequeños.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, OPS, el virus generalmente causa síntomas leves similares a los de un resfriado, y la mayoría de las personas se recuperan en una o dos semanas; no obstante, es de vital importancia su cuidado, pues, los bebés y los adultos mayores tienen más probabilidades de desarrollar complicaciones graves, hasta en algunos casos, necesitar hospitalización.
Prácticamente todos los niños contraen una infección por este virus respiratorio antes de cumplir los dos años de edad.6 Es de considerar, que las personas con infección por el VRS suelen presentar síntomas dentro de los 4 a 6 días después de haberse infectado, estos a menudo se manifiestan en fases y no todos a la vez.
Por esta razón, tenga en cuenta las siguientes señales de alerta que hacen los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, CDC, para reconocer y protegerse de la enfermedad, estos incluyen moqueo, apetito reducido, tos, estornudos, fiebre, sibilancias (sonido al respirar).
En los bebés muy pequeños, los únicos síntomas pueden ser irritabilidad, menor actividad y dificultad para respirar.6 Ante este panorama, la inmunización se convierte en una herramienta fundamental, especialmente en adultos mayores de 60 años y mujeres embarazadas, así como, en bebés y algunos niños pequeños.
La Organización Panamericana de la Salud, indica que, “en ensayos clínicos aleatorizados, las vacunas redujeron el riesgo de desarrollar infecciones del tracto respiratorio inferior asociado al VSR en un 66,7% -6% y redujeron el riesgo de desarrollar infecciones del tracto respiratorio inferior graves asociadas al VSR en un 94,1%”.
La doctora Graciela Morales, Líder de Asuntos Científicos y Médicos para Mercados Emergentes para Vacunas de Pfizer, señala que, “las vacunas son uno de los mayores avances en salud pública de todos los tiempos, y han dado como resultado el control y la eliminación de numerosas enfermedades infecciosas que alguna vez fueron generalizadas y a menudo fatales.
Es por esto, que, Pfizer centra su conocimiento y experiencia en descubrimientos científicos en pro de la inmunización, para brindar protección a toda la población, pero especialmente a quienes tienen más riesgo de desarrollar enfermedades, como el virus respiratorio sincitial”.
El VRS es la causa más común de bronquiolitis y neumonía en niños menores de 1 año, vale la pena destacar que, las infecciones más graves asociadas con el virus son la bronquiolitis, que es la inflamación de las vías respiratorias pequeñas del pulmón, y neumonía, que es una infección de los pulmones.
“Aprovechar la capacidad natural de la madre para brindar protección a los bebés en crecimiento mediante la transferencia de anticuerpos en el útero, puede llegar a tener un impacto significativo y positivo en la salud global, la inmunización contra el VRS en el periodo de gestación tiene un valor trascendental si se piensa en la seguridad del bebé; este un logro importante para reducir la tasa mundial de morbilidad y mortalidad infantil debido a esta enfermedad”, agrega la doctora Morales.
La prevención de enfermedades infantiles conduce a aumentos a largo plazo en el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de un país. Incluso un aumento del 1% puede tener un impacto mensurable en el crecimiento económico.8 Igualmente, la vacunación puede ayudar a proteger a los niños de enfermedades potencialmente graves y, al prevenirlas, puede mejorar las habilidades cognitivas, la fuerza física y el rendimiento escolar, lo que conduce a una mayor productividad a largo plazo.
Pero el valor de la vacunación no se limita a la infancia: la evidencia sugiere que la vacunación de adultos debería ser parte de estrategias de envejecimiento saludable para ayudar a prevenir la morbilidad y la mortalidad y apoyar la calidad de vida. Dado que las personas viven más años y la población mundial envejece, la vacunación para adultos tiene el potencial de beneficiar a las personas, las comunidades y las economías.
De esta manera, no olvide poner en práctica medidas de prevención para limitar la propagación de este virus y otras enfermedades respiratorias:
Permanezca en su hogar si se encuentra enfermo.
Cúbrase al toser y estornudar con un pañuelo desechable o la manga de su camisa, no sus manos. Lávese las manos frecuentemente con agua y jabón por al menos 20 segundos.
Evite tocarse la casa sin antes lavarse las manos.
Evite el contacto cercano con otras personas, como besarse, estrecharse las manos y compartir vasos y utensilios para comer.
Limpie las superficies que se tocan con frecuencia, como manijas de las puertas y dispositivos móviles