¿Cómo afecta esto a las PyMEs?
La autoridad fiscal sigue permitiendo la emisión de CFDI 3.3, a pesar de la entrada en vigor de la versión 4.0 de la factura electrónica el 1 de abril de 2023.
El uso de un CFDI en versión 3.3 resultará en un comprobante no deducible, lo que puede generar multas, recargos y un requerimiento por parte del SAT.
Ahora las empresas siempre deben revisar la versión y la fecha de emisión de todos y cada uno de los CFDIs que reciben, para validar que hayan sido emitidos correctamente, ante un alto volumen de facturas recibidas es fundamental echar mano de herramientas especializadas.
Ciudad de México, abril de 2023.- La obligatoriedad de emitir comprobantes fiscales (CFDIs) en versión 4.0 entró en vigor el pasado 1 de abril. Sin embargo, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) no ha bloqueado sus servicios para la emisión de CFDIs en versión 3.3.
La autoridad fiscal informó de último momento nuevas prórrogas para el cumplimiento de ciertas obligaciones fiscales, estableciendo un nuevo plazo para el próximo 30 de junio, pero solo aplica para las personas físicas que tributan en el Régimen Simplificado de Confianza (Resico) y para los empleadores que emiten CFDI de nómina, para que puedan continuar emitiendo comprobantes en versión 3.3. Es relevante señalar que esta prórroga no aplica para todos los demás tipos de CFDIs.
Lamentablemente, esto ha ocasionado que algunas empresas continúen emitiendo CFDIs en versión 3.3, lo que representa un importante riesgo para el cumplimiento fiscal de quienes emitan esas facturas, pero también afecta en gran medida la capacidad de deducción de quienes las reciben.
“Consideramos que la situación es grave, hemos detectado que un 4% de los CFDIs están siendo emitidos todavía en versión 3.3, nuestras proyecciones indican que podría crecer hasta el 6% si el SAT no deshabilita por completo la creación de este tipo de comprobantes” advierte Rafael Soto, CEO de Box Factura, “de acuerdo con la normatividad vigente estos CFDIs se convierten en no deducibles, por lo que no podrán ser acreditados”.
¿Cómo afecta esta situación a las empresas? Por ejemplo, si una empresa recibe una factura, o un complemento de gastos en versión 3.3 que fue timbrado a partir del 1 de abril, esta se convertirá en no deducible. Si ese CFDI fue por $11,000 pesos, significa que no se podrá contabilizar el IVA y dicha empresa tendrá que pagar de su bolsillo $2,070 pesos. Además, si ese CFDI es ingresado al sistema contable, esto podría generar multas, recargos e incluso un requerimiento por parte del SAT.
¿Qué medidas se recomienda tomar para evitar problemas? Ante este panorama, las empresas ahora deberán revisar la versión y la fecha de emisión de los CFDIs para validar que los comprobantes fiscales hayan sido emitidos correctamente: forzosamente en versión 4.0 si son posteriores al 1 de abril, es decir, que si vienen en versión 3.3 y fueron creados después de esa fecha será necesario solicitar refacturación al proveedor o emisor de dicho comprobante.
Esta situación supone un gran reto para las PyMEs, que se están viendo obligadas a destinar más horas hombre para revisar detalladamente cada CFDI. El problema se agrava cuando se tiene un alto volumen de facturas recibidas, en esos casos es fundamental echar mano de herramientas tecnológicas especializadas que ayudan a automatizar ese proceso de revisión.
Con el objetivo de apoyar a las PyMEs en esta tarea, Box Factura ofrece la aplicación Descarga Masiva Gratis que no solo analiza los nuevos campos de CFDI 4.0, sino también verifica que las facturas en versión 3.3 hayan sido emitidas antes de su fecha de expiración.
La herramienta permite a las empresas descargar más de 2 mil CFDIs diarios para recuperar más XMLs que el límite establecido por el SAT, efectuar el análisis automatizado de cada CFDIs recibido y generar un reporte para saber si tienen algún dato incorrecto, evitando así los errores más comunes en campos correspondientes al código postal o al régimen fiscal.
Además, solo es necesario descargarlo para utilizar el producto completo sin necesidad de activaciones o licencias, la aplicación se mantiene actualizada, de manera automática, ante los cambios del SAT, sin ningún costo.