Ciudad de México, 15 de marzo de 2023.- En el marco del 34° Congreso Internacional de Medicina de Urgencias y Reanimación 2023, llevado a cabo en Veracruz del 14 al 17 de marzo, especialistas de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencias (SMME), hacen un llamado para impulsar la creación de espacios cardioprotegidos a nivel nacional, los cuales están dedicados a salvar la vida de las personas ante emergencias cardiovasculares.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, las enfermedades cardiovasculares siguen ocupando el primer lugar de causa de muerte en México; y se calcula que al año ocurren entre 150 mil y 250 mil paros cardíacos súbitos, de los cuales, en el 95% de los casos las personas fallecen en cuestión de minutos por la falta de maniobras de reanimación de emergencia.

“Nos referimos a un Paro Cardíaco Súbito, cuando el corazón de manera repentina y sin esperarlo, interrumpe su ritmo o latidos”, explicó el presidente de la SMME, el Dr. Daniel Sánchez Arreola.

“Este tipo de paros cardíacos son causados por una falla del sistema eléctrico del corazón; el corazón literalmente deja de latir y por unos momentos, la persona está clínicamente muerta. Cuando esto ocurre, la persona debe recibir Reanimación Cardiopulmonar (RCP) inmediata y cuenta con menos de 3 minutos para ser auxiliado a través de un Desfibrilador Automático Externo (DAE) que emita una descarga eléctrica controlada al pecho y lograr que el corazón vuelva a latir.”

Se estima que con el uso del DAE, la probabilidad de sobrevida ante este tipo de emergencias aumenta hasta un 73%, de ahí la importancia de la creación de espacios cardioprotegidos. De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, todo espacio con capacidad para más de 500 personas debe estar cardioprotegido, es decir que, al menos 30% del personal, esté capacitado para ofrecer servicios de emergencia de RCP y que el edificio o lugar cuente con un Desfibrilador Automático Externo (DAE) y material ilustrativo para su uso.

“Cada minuto que una persona pasa sin ser atendido al sufrir un paro cardíaco súbito, disminuye 10% su posibilidad de sobrevivencia. Los espacios cardioprotegidos salvan vidas, sin embargo, en México aún no contamos con una legislación vigente que exija este tipo de espacios a nivel nacional tanto en la iniciativa privada como pública. Además, como país nos falta mucha capacitación y educación para que el público en general sepa cómo reaccionar a estos eventos. Se calcula que el 80% de los accidentes ocurren en casa y el porcentaje de la población que sabe aplicar RCP es muy bajo.”

Según la Asociación Americana del Corazón en caso de emergencia se debería accionar la “Cadena de Supervivencia”, la cual incluye una serie de acciones para reducir la mortalidad relacionada al Paro Cardíaco Súbito:

a) Activación inmediata del Sistema de Emergencias Médicas (Llamar a la ambulancia)

b) RCP temprana

c) Desfibrilación temprana (Uso del DEA)

d) Apoyo vital avanzado (atención por parte del personal de paramédicos)

e) Cuidado post paro integral (cuidado hospitalario)[iv]

Finalmente, el Dr. Sánchez Arreola puntualizó que “la medicina de emergencias está diseñada para prevenir, diagnosticar y tratar los aspectos urgentes de las patologías o accidentes que comprometen la vida de las personas. Debe ser una prioridad para los gobiernos y autoridades de salud pública crear espacios seguros para la población y extender el conocimiento de primeros auxilios a la mayor cantidad de personas posibles; sólo así podremos hacer equipo y lograr salvar miles de vidas.”

Como parte de sus objetivos de actualización médica continua, del 14 al 17 de marzo, la SMME celebrará en Boca del Río – Veracruz, su 34° Congreso Internacional de Medicina de Urgencias y Reanimación 2023 (CIMU) donde se reunirán más de 1,500 especialistas en urgencias, personal de enfermería y personal prehospitalario, con el objetivo de llevar a cabo un intercambio académico y científico que fortalezca los servicios de emergencias a nivel internacional. Durante este evento, la Sociedad; de la mano de la empresa de equipos médicos Schiller; donó equipos de desfibrilación externa al recinto y llevó a cabo la capacitación del personal para su uso, logrando que el WTC se convierta en el primer espacio de cardioprotección en el estado.