La detección y tratamiento oportunos para la hepatitis pueden prevenir enfermedades como cirrosis o cáncer de hígado La hepatitis A se presenta con mayor frecuencia en niños entre 5 y 9 años. 

La hepatitis crónica, por los virus B y C, puede provocar cirrosis y cáncer de hígado, que podrían resultar en la necesidad de un trasplante.

Es indispensable detectar la hepatitis a tiempo para contar con un tratamiento oportuno y así reducir el riesgo de complicaciones o muerte.

Ciudad de México, 01 agosto de 2022.- En el Informe Anual de Vigilancia Epidemiológica de Hepatitis Virales, se dio a conocer que durante el 2020 en México se registraron 3,978 casos de hepatitis A, presentándose con mayor frecuencia en niños con edad entre 5 y 9 años.

Con respecto a la hepatitis B, el número de casos fue de 369, con un predominio del 75.3% para el sexo masculino y en grupos de edad de 25 a 44 años, mientras que los hombres de 50 a 59 años tuvieron una incidencia más baja; la existencia de una vacuna dentro del esquema nacional de vacunación puede contribuir a la disminución en la incidencia.

Para la hepatitis C se registraron 1,366 casos, predominando el sexo masculino con 71.4% y el mayor número de casos reportado fue para el grupo de edad de 25 a 44 años, mientras que la tasa de incidencia más alta se colocó en el grupo de 45 a 49 años.[1]

Este informe de la Dirección de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades No Transmisibles de la Secretaría de Salud menciona que las hepatitis virales son un problema de salud pública debido a que se presentan con mayor frecuencia en individuos en edad productiva, situación por la cual es de gran importancia su prevención, detección oportuna y, en caso necesario, tratamiento.

El Dr. Rafael Trejo Estada, especialista en gastroenterología del Centro Médico ABC, indica que la hepatitis es una inflamación del hígado, que puede ser causada por alguna infección viral trasmitida ya sea por alimentos, bebidas o vía sexual, así como por el consumo excesivo de alcohol, el uso de sustancias tóxicas o, en algunos casos, por un defecto en el sistema inmune de la persona, entre otras.

La hepatitis viral es la variedad más común y engloba las hepatitis A, B, C, D y E, que pueden ser trasmitidas por fluidos corporales, agua o alimentos contaminados o mediante relaciones sexuales sin protección. Una vez adquiridas se pueden presentar en forma aguda (de corto plazo) o crónica.

Además de las hepatitis virales, el Dr. Trejo explica que en ocasiones el sistema inmune llega a confundir el hígado con tejido nocivo, lo que resulta en inflamación que compromete la función óptima. A esto se le conoce como hepatitis autoinmune y puede tener una mayor incidencia en mujeres. Por otra parte, la hepatitis alcohólica es causada por el consumo excesivo de alcohol, provoca inflamación y frecuentemente se presenta en pacientes que ya tienen cirrosis (cicatrices en el hígado); esta variante en caso de no tratarse a tiempo puede ser mortal en un plazo corto.

“Las medidas preventivas son fundamentales. En hepatitis A, mediante acciones higiénico-dietéticas, en hepatitis B con transfusión segura, protección sexual y en usuarios de drogas intravenosas y el plan de vacunación para ambas. También es indispensable detectar los casos para que reciban un tratamiento oportuno, con lo cual se pueda llegar a reducir el riesgo de complicaciones que incluyen la necesidad de un trasplante o la muerte del paciente”, señala el Dr. Trejo.

Una forma de detección oportuna es la revisión frecuente, misma que se puede llevar a cabo en el área de Medicina Preventiva del Centro Médico ABC, conformada por un equipo multidisciplinario integrado por médicos, enfermeras, nutriólogos y técnicos de la salud, apoyados con equipos de diagnóstico que están a la vanguardia y donde se establecerán procedimientos óptimos para preservar la salud del paciente y sus seres queridos.

A través del área de Medicina Preventiva obtendrá la ayuda necesaria para detectar factores de riesgo o síntomas relacionados con la hepatitis A, la cual se transmite por alimentos o agua contaminada o por heces fecales de una persona infectada. En esta variante los síntomas más comunes incluyen fatiga, orina más oscura de lo normal, fiebre, color de piel amarillento, prurito, dolor abdominal y falta de apetito. La hepatitis A, aunque no es susceptible de un tratamiento específico, sí requiere contar con atención médica adecuada.

La hepatitis B puede llegar a ser aguda o crónica y se transmite por secreciones vaginales, semen o sangre contaminada, siendo un factor de riesgo el no utilizar protección al tener relaciones sexuales; también compartir material punzocortante con personas infectadas entra en estos factores. Afortunadamente, se cuenta con una vacuna que puede reducir las probabilidades de infección; esta vacuna es indispensable para los recién nacidos y el Centro Médico ABC cuenta en su centro de vacunación con la posibilidad de aplicarla.

Mientras que para la hepatitis C es importante la revisión dirigida para su detección, debido a que esta enfermedad no manifiesta síntomas hasta que llegue a una etapa avanzada. Existen factores de riesgo que incluyen la contaminación por vía sanguíneo o el contacto con fluidos a través de agujas y, en menor grado, relaciones sexuales sin protección.

El Dr. Rafael Trejo señala que “es conveniente llevar a cabo una revisión general para descartar la hepatitis en cualquiera de sus estadios”. En el Centro Médico ABC contamos con diversos estudios que permitirán conocer el estado de salud en el que te encuentras.

Los programas de evaluación médica integral se encuentran dirigidos de forma específica a diferentes segmentos de la población, analizándose de manera continua e incluyendo los más avanzados conocimientos médicos y tecnológicos comprobados y aceptados internacionalmente. Además de ofrecer el servicio de vacunación más completo para adultos con el fin de protegerlos de enfermedades infecciosas.