Dr. Roberto Antonio Córdova González
Cada etapa que las mujeres enfrentan durante sus vidas representa retos psicológicos, sociales y biológicos, por lo tanto, crear entornos saludables y seguros para contar con mujeres sanas en todas las esferas, contribuirá en el cuidado de las futuras generaciones.
La previsión
¿Sabías que de acuerdo con la “Encuesta de Salud y Nutrición” ENSANUT 2018, el 76.8% de las mujeres mexicanas mayores a 20 años tienen sobrepeso y obesidad[1]? Esto habla de que no cuentan con un plan de alimentación saludable, además de tener deficiencia de nutrientes, lo que podría ocasionar un inconveniente para su salud al ser más vulnerables de padecer enfermedades crónico-degenerativas y, además, afectar la salud de su futuro bebé en caso de convertirse en madres.
El embarazo es una etapa de desafíos, por lo que entre más temprano se comience con el cuidado de la salud en ambos padres, será mejor para el desarrollo óptimo del nuevo integrante de la familia, que corresponde mantener un adecuado control de peso desde antes de la concepción, así como ingerir micronutrientes (vitaminas y minerales), adicional la práctica de ejercicio, que en conjunto, contribuirá a prevenir los defectos al nacimiento.
Los defectos al nacimiento son irregularidades en las funciones y estructura de un bebé al momento de nacer. Existen distintas malformaciones congénitas, por ejemplo: en la tercera semana del desarrollo embrionario 4.9 nacimientos por cada 10 mil tienen defectos del tubo neural, de los cuales el 75% corresponde a casos de espina bífida (alteración más común del tubo neural) que provoca daños en la columna vertebral del recién nacido[2].
Así bien, con el objetivo de reducir dichas alteraciones, es recomendable planificar el embarazo y consultar al médico, quien realizará las mejores recomendaciones, incluyendo la suplementación diaria de por lo menos 0.4 miligramos de ácido fólico como Folivital, pues está demostrado que puede recudir hasta el 70% los casos de defectos al nacimiento como espina bífida, según datos de la “Guía de práctica clínica prevención, diagnóstico y tratamiento de la espina bífida en niños” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)[3].
Nutrientes indispensables, no lo olvides
Los pequeños cambios hacen grandes diferencias; y es que las parejas que planifican en conjunto antes de tener un hijo, tienen una mayor oportunidad de ser sensibles y estar conscientes del proceso que conlleva el cumplimiento de las necesidades que esa etapa requiere para que el bebé se forme adecuadamente
En la actualidad, para seguir haciendo de la vida una historia saludable, existen plataformas tecnológicas gratuitas como MedPoint (www.medpoint.com.mx), que ayudan a los profesionales de la salud a proveer de información valiosa y confiable, para que las puedan compartir con sus pacientes y de esta manera contribuir a hacer salud bien hecha en México.
Algunas de las recomendaciones que nosotros como médicos podemos acercar a nuestras pacientes para iniciar con el cuidado de la salud femenina en edad fértil, son:
Comenzar a consumir nutrientes que frecuentemente son deficientes en nuestro organismo como: ácido fólico, calcio, vitamina D, hierro, vitamina C, vitamina B12, zinc.
Mantener una adecuada alimentación en la que se incluya vegetales, frutas, proteínas, grasas saludables como: pescado, aguacate, nueces y semillas, entre otras.
Evitar alimentos con grasas trans (procesados que contienen aceites sin valor nutrimental) y saturadas (productos animales como: mantequilla, queso, leche entera, carnes grasosas); e intentar realizar comidas caseras.
Ingerir constantemente líquidos sin calorías.
Realizar por lo menos 30 minutos de ejercicio al día.
*Médico Cirujano Partero egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) con especialidad en Ginecología y Obstetricia con más de 35 años de experiencia.