Es indiscutible: desde su introducción al mercado, la telefonía móvil nos ha acercado a nuevas formas de mantenernos conectados con lo que más nos importa gracias a capacidades cada vez más sorprendentes. Sin embargo, pocos usuarios en la actualidad saben que la innovación que ha hecho posible la conectividad como la conocemos hoy en día está guiada por pioneros como AT&T y las ideas disruptivas de sus inventores que la han puesto al servicio de millones.
La historia de la compañía de telecomunicaciones nace con la invención del teléfono, resultado de las investigaciones de Alexander Graham Bell sobre la escucha y el habla (influidas por el hecho de que su madre y esposa eran personas sordas) y la realización de la primera llamada telefónica entre él y Thomas Watson el 10 de marzo de 1876.
Este acontecimiento se vería reforzado por el lanzamiento del primer servicio comercial de telefonía móvil, el 13 de octubre de 1983, hito que marcaría el punto de partida en la evolución paulatina de las redes de telefonía móvil con el objetivo de satisfacer las necesidades de comunicación de la sociedad en el futuro inmediato.
Alrededor de 40 años han pasado desde entonces y las cinco generaciones, del 1G al 5G –red en la que AT&T se posiciona como líder global y como empresa pionera en México al conectar los primeros dispositivos a la misma–, han comprobando el poder que tiene la conectividad como catalizador de crecimiento económico y desarrollo social en el mundo.
Y es gracias a que la innovación forma parte del ADN de la compañía, que su compromiso con lograr un impacto positivo en las comunidades en las que opera, a través de inversión constante y la construcción de un ecosistema que habilite soluciones en sectores de mayor relevancia para la población en general (como lo son el educativo y el de salud), sigue más latente que nunca.