01 marzo de 2022. A pesar de que los contagios de COVID-19 se siguen reportando día con día, los casos graves son cada vez menos. Sin embargo, el territorio mexicano se encuentra en la temporada invernal y con ello la posibilidad de un incremento en reportes de influenza y otras enfermedades respiratorias que podrían complicar el diagnóstico de una u otra enfermedad o, incluso, que tanto el virus de la influenza como el del COVID-19 coexistan.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), COVID-19 e Influenza están dentro de las cinco principales causas de muerte ocurridas en México durante 2021 (primera y quinta respectivamente). La propagación del SARS-CoV-2 contrarrestó, hasta cierto punto, los brotes de influenza durante 2020-2021 debido principalmente al distanciamiento social, sin embargo, 2022 inició con un brote de influenza A y B (predominando la variante AH3N2), provocando incertidumbre al momento de realizar un diagnóstico.
Y es que, en efecto, los síntomas podrían parecer muy similares debido a que ambas enfermedades son infecciones respiratorias causadas por virus diferentes. Estas similitudes dificultan la diferenciación entre una y otra
De acuerdo con el Dr. Sarbelio Moreno Espinosa, pediatra e infectólogo existen tres factores que deben tomarse en cuenta en caso de sospecha entre una u otra enfermedad:
¿Cómo diferenciarlos?
Fiebre, escalofríos, dolor muscular y de cabeza, malestar general, tos e irritación en la garganta son síntomas característicos tanto de la influenza como de Covid-19 y, en ambos casos, lo mejor es aislarse de inmediato y mantener medidas preventivas (uso de cubrebocas, lavado de manos, hidratación y distancia social), para frenar el contagio.
- El cuadro clínico: Si bien los síntomas son similares, en el caso de Covid-19 se suma la dificultad para respirar, posible pérdida del olfato e, incluso, problemas intestinales.
- El periodo de incubación: en el Covid-19 el proceso puede ser de cinco días, mientras que con la influenza es de entre 12 a 24 horas. De tal manera que, si una persona estuvo en contacto con alguien que tuvo influenza, lo más seguro es que al siguiente día presente los síntomas, mientras que con Covid-19 hay que esperar más días para detectar los síntomas.
De hecho, ante la similitud en los síntomas, se habla de la posibilidad de tener un contagio simultáneo de ambos virus sin que ello signifique la aparición de una nueva enfermedad.
Se trata más bien de una doble infección que puede dificultar el diagnóstico y desencadenar mayores complicaciones, debido a la posibilidad de que ambos virus ataquen de manera simultánea. Pero también existe la probabilidad de que su interacción no provoque ningún efecto o que incluso uno contrarreste los efectos del otro al estar espaciados en el tiempo.
¿Cómo se diagnostican?
Además de recomendar el aislamiento inmediato y monitoreo de los síntomas, el Dr. Moreno Espinosa sugiere recurrir a un especialista y realizar pruebas de detección para ayudar a confirmar el diagnóstico.
La prioridad será identificar el virus del que se trata, para lo cual es ideal contar con una herramienta que proporcione un diagnóstico preciso de las infecciones.
En México ya existen pruebas rápidas, PCR y serológicas que sirven para detectar tanto el virus de influenza como el SARS -CoV-2 en una sola toma de muestra. Una vez realizada la prueba y conociendo cuál o cuáles virus tiene el paciente, el médico podrá orientar de manera óptima las decisiones de seguimiento y tratamiento, y con ello brindar confianza a sus pacientes.
Tratamiento adecuado a cada virus
Una vez teniendo el diagnóstico exacto, el médico podrá determinar el tratamiento adecuado para evitar que las enfermedades se agraven. Para el caso de la Influenza, después de 10 años sin innovación en alternativas para esta enfermedad, existe una opción para aquellos pacientes que han presentado síntomas por no más de 48 horas, lo que contribuye a romper el ciclo de contagio en 24 horas.
“Los antivirales indicados para Influenza A y B sí se pueden usar desde las primeras horas del diagnóstico, mientras que con Covid-19 los antivirales que existen no deben formar parte del tratamiento de atención primaria, ya que durante los cinco primeros días la persona se encuentra en fase de replicación viral y los medicamentos podrían contribuir a bajar las defensas y empeorar su salud”, explicó el Dr. Sarbelio Moreno.
Para las personas diagnosticadas con SARS -CoV-2, en las primeras etapas se recomienda una vigilancia estrecha respecto a los niveles de saturación de oxígeno, procurando siempre estar en niveles por arriba del 90, así como la administración de inhibidores de dolor y temperatura. En caso de que los niveles de oxigenación disminuyan (hipoxia prolongada), es cuando el paciente podría pasar a la fase inflamatoria y el paciente deberá acudir a un centro hospitalario para su tratamiento donde recibirá la terapia que requiera.
Por lo tanto, el diagnóstico oportuno combinado con el tratamiento adecuado evitará que la situación de un paciente con influenza o Covid-19 se agrave. En caso de que se diagnostiquen ambas infecciones virales, el médico podrá determinar cuál será el tratamiento adecuado para evitar que alguna de ellas se complique y pongan en riesgo la vida del paciente.
La prevención es lo más importante, concluyó el Dr. Moreno, y reiteró que la innovación en la investigación ha permitido que ya existan vacunas para ambas infecciones, así como antivirales que ayudan a contrarrestar los efectos de ambas infecciones virales. En caso de contagio de alguna de ellas o ambas, lo mejor es el aislamiento, buscar atención médica especializada y, por supuesto, realizar pruebas para obtener un diagnóstico adecuado y a tiempo. Esto permitirá definir el tratamiento ideal y evitar complicaciones graves.