La Healtech, Wizz, abarató sus costos gracias al desarrollo in house de alineadores sin brackets, sedujo a miles de mexicanos que por primera vez accedieron a un tratamiento dental y al derecho a una sonrisa.
México es un país en el que el 45% de las personas no acude al dentista porque lo considera demasiado costoso, de acuerdo con datos de Dentalia en 2020. Una startup de ortodoncia invisible llamada Wizz podría haber cambiado para siempre esta situación.
Es que el boom regional del mercado de la estética y del cuidado personal ha empalmado con esta empresa de origen chileno que, gracias a sus fabricaciones in house, ha logrado abaratar sus costos y ofrecer un producto accesible para la cartera de los mexicanos.
Y esta revolución se expresa en los números de Wizz: entre 2020 y 2021, los tratamientos vendidos en México aumentaron más de 130%, mientras que las citas asistidas pasaron de 253 en 2020, a 1.402 en 2021, gracias a la apertura de locales en Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.
“Logramos abaratar los costos gracias a convertirnos en nuestros propios fabricantes, a desarrollar nuestro propio software, y a reducir en gran parte los costos de importación”, explica Javier Liberman Salazar, Founder y CPO de Wizz. “Así, nuestro cliente final obtiene un producto a bajo precio ya que no paga grandes costos variables”, agrega.
Pero además de ofrecer un producto amigable al bolsillo, Wizz propone que los pacientes puedan tener una evaluación completa de su situación bajo un estricto control de ortodoncistas y odontólogos mediante un software de modelamiento 3D, diseñado en base a inteligencia artificial, que permite proyectar el movimiento de las piezas dentales y su posición final una vez acabado el tratamiento.
La startup, que se ha consolidado en el mercado mexicano a través de sus sucursales en la CDMX, Monterrey y Guadalajara, se ha enfrentado en poco tiempo a competidores reconocidos y establecidos en el mercado de la ortodoncia invisible que, pese a todo, venden productos que doblan y hasta triplican los precios de Wizz.
Es que lo que mueve a Wizz es la democratización de la sonrisa. “Había usado brackets metálicos y la verdad es que no hay punto de comparación, me ha encantado poder sonreír sin estar preocupada”, cuenta Macarena Lacreze, usuaria de Wizz. En tanto, Fany López, relata por su lado, que “los cambios fueron impresionantes, antes de utilizar Wizz yo tenía problemas con mi sonrisa y ahora me siento muy feliz”.
Según Liberman, la clave de este crecimiento es entregar tratamientos accesibles para que la gente se atreva a mejorar su sonrisa y sentirse mejor su imagen personal. “Sabemos que tener los dientes alineados no solo evita enfermedades bucales, sino también entrega seguridad y mejora la autoestima. Por esto, a través del uso tecnologías existentes, pudimos bajar los precios haciendo nuestro aporte innovador que tiene que ver con optimizar cada parte del flujo productivo para entregar una solución low cost”, añade Liberman.