Especialista en viajes
* Una viajera cuenta a través de dos artículos la experiencia que vivió en la entidad, como al perder su avión encontró en San Cristóbal un lugar para no tener que volver a irse jamás
Edwin González/Rogonchanoticias.com
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- Elizabeth se enamoró de Chiapas, de San Cristóbal, más específico. Pasó dos semanas en los Altos y conoció su gente, las calles, el clima, provocó que se olvidara de sus miedos del inicio, que al final le dejó unas ganas de regresar, de volver a recorrer la entidad.
Llegó como turista y columnista de la sección “Andanzas en Femenino” del periódico “La Unión de Morelos”, del estado ubicado en el centro del país, donde a través de sus vivencias le da a sus lectores diferentes consejos para aventurarse y conocer más México.
“Pocas veces me había sucedido. Llegar a una ciudad y de pronto tener ganas de quedarme para siempre… no, yo no uso esa palabra. Más bien quedarme mucho tiempo, hasta que mi corazón me diga otra cosa. Sin embargo en este viaje me está pasando eso. Estoy en San Cristóbal de las Casas, Chiapas y hace dos días que debí haber tomado un avión de regreso a la Ciudad de México. Es la primera vez en mi vida que dejo ir un avión, literalmente”, publicó en su primera columna de su visita.
Elizabeth maneja una plática muy fresca en sus escritos, es una madre de con dos hijos, uno ya mayor de edad y el pequeño, por lo que cuenta en el artículo titulado “Mi corazón se queda en Chiapas”, los planes para cumplir el sueño del menor, tener una casa con jardín y el de ella, que sea San Cristóbal.
“…volveremos a la Ciudad de México pero ahora ya con el objetivo de planear muy bien la estrategia que nos traiga de vuelta a este paraíso y ahora sí, sin boleto de regreso”.
La llegada
A mil 571.6 kilómetros de distancia, Chiapas da miedo. La información que llega a quienes planean dejar su departamento húmedo y obscuro de una zona exclusiva de la Ciudad de México, para llegar al sureste, hace que duden si es una buena idea. Ese día estaba bloqueado el aeropuerto.
Es el segundo artículo donde Elizabeth Palacios relata cómo a través de conocer a las personas, estar cerca la situación que viven los empresarios, restauranteros, los mismos maestros y en general los chiapanecos, le dio espacio al amor por la ciudad y la entidad.
Una de las veces que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) decidió impedir el paso hacia el aeropuerto Ángel Albino Corzo, Elizabeth llamó a su línea comercial para ver si podría viajar con su familia. Que le dijeran que sí, la preocupó más, no quería llegar a Tapachula.
“Había leído que las aerolíneas, para no hacerse responsables de ningún cambio o cancelación por estos bloqueos, solían mandar a los aviones a aterrizar a Tapachula… llegaría a Tapachula después de las 10 de la noche y por lo que me han dicho, esta no es precisamente la mejor ciudad de Chiapas para pasar la noche, ya que es insegura, con muchos giros negros, como suelen ser las ciudades fronterizas. Lo último que yo quería era llegar a un aeropuerto como ese de noche”.
Cabe resaltar que presidentes de asociaciones y cámaras empresariales involucradas en el giro turístico han reafirmado que lo que uno de los factores que más golpean a la promoción del destino es “la promoción de boca en boca”, es decir, si la experiencia de un visitante es negativa, este no recomendara otra vez el lugar.
Elizabeth llegó cuando las actividades contra la reforma educativa habían terminado en la terminal aérea, por lo que Patricia, su amiga, pudo ir por ella y después se dirigieron a San Cristóbal de las Casas, sin contratiempo alguno.
“Ya son tres años de bloqueos”: hoteleros
Tras subirse a la tirolesa, tras las aguas cristalinas, el verde profundo, tras Montebello y Velo de Novia, Elizabeth dejó ir a su avión y se quedó sin boleto de regreso. Fue así como se adentró más en la población y descubrió un San Cristóbal solitario, con el sector turístico dañado por los conflictos sociales.
“Ellas me contaron que hace ya casi tres años que los bloqueos a carreteras y al aeropuerto se volvieron un modus operandi no solo de la CNTE, también de otros actores políticos de la entidad para protestar por diferentes causas. Esto significa que la industria turística en general ya resiente seriamente las consecuencias de que estas personas secuestren la ciudad y sus accesos para mantenerla sitiada, impidiendo la llegada de los visitantes”.
La columnista incluso resalta cómo en el hotel donde se hospedó una manta tenía la leyenda: “Ya son tres años de bloqueos”, lo que calificó como una demanda del sector turístico por exigir su derecho a subsistir.
El primer artículo fue subido el 31 de julio y el segundo, “Chiapas sólo quiere paz”, una semana después, el 6 de agosto por lo que el conflicto magisterial ya hace más de dos meses que lleva en la entidad.
Kiara es italiana y llegó a Chiapas cuando el Subcomandante Marcos lo dio a conocer al mundo con el movimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional a mediados de los noventas. En San Cristóbal aporta su vida en un proyecto de educación ambiental.
Le cuenta a Elizabeth cómo pasó a ser un proyecto de educación integral, pues muchas veces los niños que atendían no tenían conocimientos básicos, sin embargo ahora, tras el paro de actividades en las escuelas públicas, aumentó el trabajo.
“Ahora ha tenido que recibir a los niños también por las mañanas pues las escuelas públicas están también secuestradas por el movimiento magisterial”.
No culpan a maestros, sino la falta de diálogo de la federación
Elizabeth a través de la lectura de su artículo concluye cómo es la falta de diálogo de la administración de Enrique Peña Nieto es lo que más está afectando al turismo, pues no termina el conflicto magisterial.
“Por supuesto mucha gente, como Kiara y otros amigos con los que hablé no necesariamente culpan a los maestros de tomar estas medidas extremas, sino al gobierno de no querer negociar con ellos”.
La opinión la obtiene con las personas que conoce durante su estancia, es así como logra encontrar el título de su artículo, como algo que vio repetida en los argumentos de las personas que lo viven día a día.
“…esta columna no pretende analizar el trasfondo de un movimiento de protesta, sino contarles a ustedes, queridos lectores viajeros, cómo algo que nos pareciera tan lejano y ajeno, afecta realmente la vida cotidiana de esas personas que lo único que quieren, como dicen las muchas mantas que vi colgando de casas, hoteles y restaurantes de San Cristóbal, es vivir en paz”.
Su gente nos necesita
“Si aún no salen de vacaciones, de verdad, vayan a Chiapas. Su comida es deliciosa, la atención en los hoteles y restaurantes será de excelencia y lo más importante, su gente nos necesita”, finaliza.