marcha 24a3 Patricia Sánchez

Este, el 24 de abril miles de mujeres en todo el país decidieron vestirse de púrpura para salir juntas a las calles a exigir un alto a la violencia machista que viven a diario en todos los ámbitos.

Tuxtla Gutiérrez no fue le excepción y en una jornada histórica en punto de las cinco de la tarde cientos de mujeres incluidas transexuales y transgénero, hombres, menores e infantes sin importar la clase social, las diferencias personales o a que organización  o A.C. pertenecían  decidieron formar parte de esta marcha.

Algunas acompañadas, otras solas pero todas unidas, si, unidas por fin, salieron para luchar por sus derechos, para luchar por aquella madre  o abuela que en su tiempo no pudo o no la dejaron, por aquella mujer que fue violentada y hoy ya no esta con nosotros, por aquellas que han sido agredidas sin importar si son periodistas, estudiantes, madres o demás, también marcharon por aquella fémina que un día salió de su casa y jamás regreso, por aquellas que un día salieron para exigir justicia y hoy las mujeres tuxtlecas replican su ejemplo, marcharon por las futuras generaciones, por que un día no se tenga que decir #NiUnaMás.

Durante el recorrido que partió desde la Ex Fuente Mactumatza hasta el Palacio de Gobierno, las féminas vestidas de púrpura lanzaron consignas en una sola voz, a la espera de que estás lleguen a más gente, a más mujeres y a las autoridades estatales para que realicen acciones certeras en contra de la violencia.

En Chiapas no existe un registro oficial de cuántas mujeres han sido víctimas de feminicidio o de acoso sexual, escolar, laboral o callejero. Y eso es lo que más asusta, que ningún actor político se ha preocupado para crear leyes o lanzar la Alerta de Género en el estado, ha habido intentos pero en eso se han queda en intentos o trucos para poder ganarse la simpatía del sector femenino en épocas electorales.

Pero hoy, todas las asistentes dijeron “¡No más!” Las peticiones son claras, basta de acoso, basta de feminicidios, basta de desigualdad labora, basta de caminar con miedo, de vivir con miedo, de ser criadas a base  de miedo y basta  de seguir educando “machitos” que siguen reproduciendo los círculos de violencia en la sociedad.

El grito de “¡Vivas se las llevaron, vivas las queremos!” Se escuchó más fuerte que nunca. En pleno 2016 aún vemos como el bajarle la ropa interior a una fémina es motivo de risa, el cómo un cantante de banda con aspiraciones políticas  sigue replicando el que las mujeres únicamente pueden desempeñarse en las labores del hogar y vemos cómo cuatro “juniors” violan de manera grupal a una joven que exige justicia pero que esta no llega y por el contrario, uno de ellos ya no está en el país, y vemos como la familia de los mismos los protege en vez de sentir vergüenza por haberlos educado de esa manera.

El cambio no es fácil, nunca lo ha sido para las mujeres que desde la cosmología religiosa, la que más mueve gente, es relegada como complemento y hecha de la costilla del hombre. Sin embargo, hoy vemos que si bien, el cambio no es fácil puede ser posible a través de la toma de conciencia de nuestras acciones y evitando seguir replicando estos círculos de violencia machista. El cambio será posible si desde nuestra trinchera luchamos por un mundo más igualitario.

La Avenida Central se inundó de púrpura, y ni los primeros indicios de lluvia pudieron hacer que las presentes disminuyeran el volumen de sus demandas, ni el clima, ni el Estado, ni los prejuicios pudieron evitar que la marcha se fortaleciera a cada paso que avanzaban.

Algunos choferes incrédulos no sabían lo que pasaba, algunos féminas que pasaban cerca de la marcha no sabían el porque de la misma. Eso es cierto, hay mucha desinformación al respecto, pero para eso se marcha para informar a la gente de sus derechos, para crear consciencia de que las cosas están mal cuando no deberían de estarlo.

La marcha avanzaba y se pudo llegar sin ningún percance hasta el Palacio de Gobierno en donde con más fuerza se volvió a exigir la Alerta de Género, a exigir que se de con los responsables de las miles de muertes que ocurren en Chiapas, a exigir que las autoridades hagan su trabajo.  

Y a pesar de que es casi probable que el gobernador Manuel Velasco no se encontrará en aquel recinto, los gritos de justicia e indignación debieron llegarle hasta los oídos, unos oídos que hasta la fecha han sido sordos ante los reclamos de la sociedad que el gobierna, que esta harta de tanta injusticia.

Sin importar que estuviera presente o no, las presentes se juntaron en aquel lugar y leyeron un pliego petitorio que será entregado al gobernador en donde exigen tomando en cuenta todos los sectores y contextos sociales del estado, un alto a la violencia machista, que en muchas ocasiones bajo el disfraz de “usos y costumbres” sigue violentado a miles de mujeres.

La lluvia se hizo presente y después de un performance y varios testimonios, se dio por terminada la jornada. Sin embargo, esta jornada, este #24A fue histórico, esta #PrimaveraVioleta es un grito de todas las mujeres para exigir mejores condiciones de vida y es una prueba más de que si todos nos unimos para exigir por nuestro derechos nuestras voces jamás podrán ser calladas.