Tuxtla Gutiérrez. - La mayoría de ayuntamientos no cumplen con la cobertura de agua potable, ni realizan acciones para revertir el cambio climático, que en Chiapas y Tabasco se refleja en una severa sequía, alertó Alfredo Araujo Esquinca, presidente de la Cuenca de los ríos Grijalva y Usumacinta.
En Chiapas, dijo, el servicio de agua entubada llega a las áreas urbanas; sin embargo, hay localidades donde es difícil dotar a la población, debido a su ubicación geográfica: una realidad que podría cambiar, si las autoridades estatales y municipales conjuntan esfuerzos.
El Día Mundial del Agua, que se conmemoró el 22 de marzo, debe ser un llamado al gobierno y a la sociedad para que reflexionen sobre la importancia de asegurar la disposición del agua para el consumo humano y el ejercicio de la agricultura, la ganadería y otras actividades básicas; asimismo, a que inviertan recursos para revertir el daño al medio ambiente.
En la entidad, dijo, hay 106 plantas de tratamiento de aguas residuales abandonadas; de modo que la mayoría de los municipios vierte los desechos directamente en los ríos, lo que representa un foco de contaminación y una grave afectación a los ecosistemas.
A excepción de Tuxtla Gutiérrez que apenas en 2015 inició con la operación de dos obras de este tipo, el resto de los ayuntamientos no pagan ni la operación ni los insumos para hacerlas funcionar.
“Los presidentes municipales no están dando la respuesta que se requiere: la de San Cristóbal está en proyecto, en Tapachula medio funciona, la de Palenque quedó a medias, no lo toman con la seriedad que se requiere”.
Trabajar en el cuidado del agua es urgente –dijo-, incluso en Chiapas y Tabasco, las entidades donde atraviesan los ríos más caudalosos del país: Grijalva y Usumacinta, porque los estragos de la contaminación y la sequía son palpables, y podrían poner en riesgo el abasto.