Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 07 de enero de 2016 (muralchiapas.com).- El vocero de la red “Por los mismos derechos y con los mismos nombres”, Darwin Pereira Vázquez, aseveró que son las personas transgénero las que sufren más actos de violencia dentro de la comunidad Lésbico-Gay-Bisexual-Transexual-Travesti-Transgénero-Intersexual (LGBTTI) en la entidad.

De acuerdo con el activista en derechos humanos, son las autoridades policiacas las que en mayor medida agreden a este sector vulnerable en Chiapas, pues son los que más denuncian los integrantes de la comunidad LGBTTTI.

Otro de los actos que agravan la situación de vulnerabilidad por parte de las personas quienes ven vulneradas sus derechos individuales es la carencia de una impartición de justicia oportuna, pues a pesar de las denuncias muchas de éstas no derivan en acciones reales de castigo por los delitos cometidos.

“En el tema de la impartición de justicia no tienen la sensibilidad para abordar estos temas, a pesar de que ya hay un protocolo de actuación para impartir justicia cuando involucren la orientación sexual  o la identidad de género de las personas; entonces es muy grave porque además no son resueltos los crímenes, ahí quedan impunes y cuando son crímenes de odio por homofobia peor…”

Darwin Pereira lamentó el miedo y rechazo en general que existe hacia las personas transgéneros, calificando dicha acción como una “transfobia” (sic.), hacia los individuos que deciden cambiar su género de hombre a mujer, lo que los deja en un estado de vulnerabilidad ante las acciones violentas además de ridiculizadas.

Asimismo mencionó que en la entidad existe un estigma hacia las personas transgéneros, sobre todo en no respetar la sexualidad que ellas deciden llevar pues no son tomadas en cuenta como parte del género femenino a pesar de que hayan hecho los trámites de documentación oficial, cirugías y vestimenta.

En este contexto, Pereyra Vázquez, reiteró que en Chiapas todavía existe mucho estigma, siendo el sector transexual quien más padece las consecuencias por la falta de aceptación; esto, dijo, no sólo se vive en cuestiones de violencia, sino a través de la indiferencia a la que son expuestas estas personas al no ser tomadas en cuenta como mujeres (en el caso de los hombres), aunque estos haya cambiado de género a través de documentación oficial, cirugías y por su puesto desde la misma vestimenta.