Cuatro heridos, tres de ellos niños, en “Jalada de Patos” Tuxtla Chico, Chiapas, 30 de abril.- Como una tradición polémica y peligrosa que se celebra año con año en el municipio de Tuxtla Chico, este día estuvo a punto de terminar en tragedia luego que se presentaran cuatro heridos de los tradicionales “Correlones” dentro del evento conocido como “jalada de patos”.

Tres de los heridos resultaron con lesiones diversas en sus cuerpos, al caerse de los caballos que montan para pasar sobre la avenida principal, la calle Ocampo, donde los animales cuelgan de lazos y deben pasar a todo galope para arrancar el pescuezo al ave.

El otro fue un menor de doce años quien sufrió heridas al subirse de manera aparatosa uno de los equinos en la banqueta donde se encontraba viendo el tradicional espectáculo con sus familiares y fue arrollado por el animal con su jinete.

 

Los lesionados son, Luis Fernando Castañón Fuentes, de 38 años, Edgar Joaquín Ruiz González, de 16 años, Marvin López Thomas igual de 16 años y Emerson Chacón Francisco de 12 años quien se encontraba acompañando de su madre, Zulma Francisco Mejía y otros familiares.

Chacón Francisco se vio lesionado cuando un jinete perdió el control de su caballo y se subió en la acera donde estaba lo que ocasionó que lo arrollaran y quedara lesionado en varias partes de su cuerpo.

 Los lesionados fueron auxiliados por el equipo de Protección Civil Municipal quienes los trasladaron al Centro de Salud Municipal de Tuxtla Chico donde son atendidos.

La celebración se hace en honor a San Pedro y San Marcos y a continuación dejamos un fragmento del relato obtenido del portal http://diazbullard.blogspot.mx/2012/04/si-sos-pato-no-vayas-tuxtla-chico.html donde explican la tradición.

“La fiesta fuerte empieza el 27 de abril con rezos, limpias y procesiones que duran hasta la madrugada. El 28 aparecen los Correlones.  Vienen montados en sus caballos: animales mestizos de los que se usan para los oficios rancheros. Las bestias briosas y obedientes lucen adornadas con moños, bien bañadas, perfumadas, con sillas impecables. Los caballeros estrenan ropa, sombrero y han observado varios ayunos en el que se incluye lo sexual.

 La noche anterior fueron rameados por el chamán para que no se caigan del caballo o para que el madrazo no les duela tanto. La pista de carreras es la calle Ocampo, en pleno centro del poblado, la única que subsiste empedrada. En el extremo de esa vía, casi al final, los capitanes de los Correlones atraviesan un lazo, del techo de una una casa a otra, a un metro más arriba de la mano levantada de un jinete sobre su montura. Ahi amarran a los patos con el pico para abajo”.