“Todo se mueve y cambia en el universo”, es el nombre del mural con el que el artista Robertoni Gómez pareció vaticinar el mayor de los ejemplos que podría dar la Tierra misma. La obra inaugurada sólo unas cuantas horas antes del abrumador sismo habla justo de eso: de las transformaciones y el movimiento permanente como una constante de la naturaleza nuestra y la que nos rodea.
“Migrar es un acto de transformación humana, un viaje al interior del propio hombre y de la naturaleza”, interpretaciones coincidentes de los tres presentadores del mural titulado así: “Todo cambia y se mueve en el universo” del escultor Robertoni Gómez Morales, que desde el pasado 7 de septiembre se encuentra instalado en el Parque de los Héroes, del Museo de San Cristóbal de Las Casas (MUSAC).
El pasado jueves, el académico Florentino Pérez, el poeta Oscar Oliva y el director de CONECULTA, Juan Carlos Cal y Mayor Franco fueron los encargados de presentar el nuevo mural de Robertoni, donde destacaron que la obra representa la naturaleza del hombre como un ser migrante, que lo ha llevado al drama y a la tragedia, pero a la vez a un viaje al interior de sí mismo.
El poeta Óscar Oliva mencionó que la obra artística de Robertoni Gómez transmite movimientos, colores, sonidos y en conjunto una danza donde el discurso es ruidoso y también silencioso, porque es así la naturaleza evolutiva del ser humano, dijo.
“Sentí en el mural de Robertoni no sólo ese deslizamiento de colores, también escuchen voces, surcos de voces que llegaron hacia mí y me hizo rememorar muchas cosas, comprendí que la humanidad es ruidosa, porque de dónde venimos esos compas, los monos, son muy ruidosos, gritan de un lado y se suben a los árboles, rompen las ramas, luego las hojas y se las comen; son muy ruidosos”, destacó el poeta.
Por su parte Florentino Pérez señaló que el mural produce múltiples lecturas en su contemplación y además de su belleza estética, aborda temáticas vigentes en la sociedad contemporánea, como son el origen de la vida y las migraciones. Las dos grandes teorías del origen de la vida que se reflejan en la obra del escultor, la que su fundamento se encuentra en la Biblia, y la otra, en la teoría de la evolución de las especies.
“Son elementos que forman parte de la constante que el artista destaca en cada una de sus obras, la vinculación de sus personajes con su naturaleza, su cosmovisión y cosmogonía, para que podamos contemplar a esos seres que emergen de la tierra, del barro, arcilla y del fuego; seres lacerados, deformados e incompletos; de extraña apariencia, pero de una extraordinaria belleza que alimenta nuestra imaginación”, expresó.
El mural se mantendrá expuesto de manera indefinida y representa una valiosa muestra del arte chiapaneco con materiales y esencias de la tierra misma. El mural “Todo se Mueve y Cambia en el Universo” se une al de “Voces Vivas” que desde 2014 se expone en las instalaciones del Museo del Café en Tuxtla Gutiérrez, convertido ya en referente icónico del edificio.
Lo lamentable del caso es que, pese al trabajo emblemático del importante escultor Robertoni Gómez, obras como “Voces Vivas” permanecen adeudadas por el gobierno de Chiapas en el mayor de los letargos. Desde 2014 el gobierno de Velasco Coello no ha pagado el trabajo realizado por el artista para el Museo del Café y hasta la fecha sólo ha recibido pretextos y largas. Es sin duda una vergonzosa situación que Manuel Velasco deberá arreglar de manera urgente tanto para el caso de Robertoni como para el resto de los artistas en situaciones similares.