Metodología de investigadores de la UNACH es exportada a otros países del continente
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; noviembre 26 de 2016.- México es una nación mega diversa, considerado entre los 17 países con esa categoría, ocupa el cuarto lugar mundial en biodiversidad, con un 10 por ciento del total de especies vivientes registradas en la actualidad.
Ante este hecho y con la finalidad de preservar una de las especies que da identidad cultural y seguridad económica a las etnias Mayenses de los Altos de Chiapas, la Universidad Autónoma de Chiapas a través del Centro de Estudios Etnoagropeacuarios, con sede en el municipio de Teopisca, se ha dado a la tarea de realizar distintas estrategias para la conservación de la raza ovina denominada Borrego Chiapas.
Bajo esta premisa, en un trabajo conjunto y como resultado del convenio signado entre la UNACH y el Centro Nacional de Recursos Genéticos (CNRG) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), se logró la congelación de eritrocitos de hembras y machos, así como embriones, como reserva genética de la especie.
Durante la entrega de certificados de depósito de semen y embriones de esta raza chiapaneca, el coordinador del Centro de Estudios Etnoagropecuarios, José Pastor Pedraza Villagomez, precisó que la importancia de realizar este tipo de conservación es una tendencia mundial, siendo la UNACH pionera en el tema.
Indicó que el trabajo realizado por la Universidad se remonta al año 1981 y hoy es realizado por expertos en el tema, como el docente e investigador Raúl Perezgrovas Garza, el cual rinde sus frutos al contar con la preservación del germoplasma de esta raza, que resulta significativa en distintos aspectos para los miembros de las etnias indígenas de los Altos de Chiapas.
En este marco, y luego de hacer entrega de los documentos que certifican la propiedad de este depósito a la UNACH, el director del CNRG, José Fernando de la Torre Sánchez, expuso que este trabajo es un éxito dada la colaboración y trabajo comprometido de ambas instituciones, que buscan mantener viva a la especie que tiene no solamente un valor social, a través de lo económico, sino también cultural, dada la importancia que reviste para los pueblos de esta región.
“Tras veinte años de evaluación y con el riesgo de que esta raza pueda desaparecer, este trabajo debía realizarse, siendo un legado que es propiedad de la UNACH y del pueblo de Chiapas”, apuntó.
Especificó que estos recursos genéticos se encuentran resguardados en las instalaciones del Centro con sede en el estado de Jalisco, bajo condiciones específicas que permiten su conservación, donde ya forman parte de las 15,500 muestras de germoplasma pecuario y germoplasma acuático conservados bajo la técnica de criogenia.
Durante su intervención, el rector Carlos Eugenio Ruiz Hernández, manifestó el interés que la Universidad tiene de continuar apoyando este tipo de acciones que benefician a las generaciones actuales y futuras; además de contribuir a conservar la identidad local.
Aseveró que el trabajo realizado por todos y cada uno de los miembros de este centro, ubicado en Teopisca, resulta relevante, pues da como resultado la generación de conocimiento y aportes al mejoramiento de las actividades que indígenas de la región realizan.
Finalmente, refirió que este es un logro compartido por las instituciones participantes, investigadores, autoridades e incluso alumnos, que durante años tuvieron participación y que han conseguido primero el reconocimiento del Borrego Chiapas, como una de las cinco especies locales de ovejas reconocidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) y ahora la conservación de este germoplasma.
En los últimos dos años, la universidad logró por selección, a diferencia de cruzamiento, una base genética de 200 hembras en un rebaño de más de 700 animales, de los cuales surgió la selección del material genético que se mantiene congelado.
Esta metodología desarrollada en la UNACH se exporta a Perú, Argentina y Bolivia y se comparte para el mejoramiento genético de ganado criollo en la Sierra Tarahumara, las montañas de Puebla y Zongolica, Veracruz, gracias a la coordinación con las Universidades Autónoma de Chihuahua y Ciudad Juárez.
En este evento se contó con la presencia del secretario Académico, Roberto Sosa Rincón; el director General de Planeación, Lisandro Montesinos Salazar y el coordinador de Desarrollo Tecnológico de la Coordinación General de Innovación, Daniel Hernández Cruz, entre otras personalidades.