* La ENVIPE 2023 del Inegi destaca que, comparado con 2021, en 2022, la tasa de víctimas de delito bajó en siete entidades federativas. En otras siete hubo alza y dieciocho no presentaron cambios. En 2022, las entidades con las tasas más altas fueron Ciudad de México, con 31 876; estado de México, con 31 182 y Tlaxcala, con 27 115. Las entidades con las tasas más bajas fueron Chiapas, con 12 536; Veracruz, con 13 597 y Oaxaca, con 15 214.

Ainer González / Diario de Chiapas

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 13 de septiembre de 2023 (muralchiapas.com).- En 2022, Chiapas fue la entidad federativa que más disminuyó la tasa de prevalencia delictiva de todo el país, destacan los resultados de la la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2023 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El Inegi señala que durante el año pasado, al menos 10.5 millones de hogares (27.4 por ciento del total del país) tuvieron, al menos, una o uno de sus integrantes como víctima del delito; porcentaje estadísticamente menor al de 2021.

Para el 2022, la encuesta menciona que el número de víctimas de 18 años y más, fue de 21.1 millones, equivalente a una tasa de 22 mil 587 víctimas por cada 100 mil habitantes (prevalencia delictiva). En el que las tasas de prevalencia por sexo fueron de 21 mil 675 para las mujeres y de 23 mil 648 para los hombres.

ENTIDADES

Por tanto, el Instituto resalta que comparado con 2021, en 2022 la tasa de prevalencia disminuyó en siete entidades federativas, aumentó también en siete y en 18 no tuvo cambios, donde las tasas más altas se registraron en Ciudad de México, con 31 mil 876; en el estado de México, con 31 mil 182; y en Tlaxcala, con 27 mil 115. Mientras que las tasas más bajas se presentaron en Chiapas, con 12 mil 536; en Veracruz, con 13 mil 597; y en Oaxaca, con 15 mil 214.

Asimismo, el Inegi expone que las entidades federativas que registraron la mayor prevalencia delictiva tanto en hombres como en mujeres, fueron estado de México con 34 mil 693 para hombres, y 28 mil 215 para mujeres; y Ciudad de México con 32 mil 661 para hombres y 31 mil 178 para mujeres. En contraste, agrega que la menor prevalencia delictiva se registró en Veracruz con 14 168 para hombres, y 13 mil 149 para mujeres; y en Chiapas con 14 mil 364 para hombres y 11 mil 109 para mujeres.

Además, la ENVIPE refiere que comparado con 2021, en 2022, la tasa de delitos por cada 100 mil habitantes bajó en cuatro entidades federativas, tres presentaron un alza y 25 no tuvieron cambios; siendo, la Ciudad de México, con 46 mil 32; el estado de México, con 36 mil 583; y Querétaro, con 35 mil 823 las entidades con las tasas más altas. En contraparte, indica que los estados con las tasas más bajas fueron: Chiapas, con 14 mil 111; Veracruz, con 17 mil 129 y Tamaulipas, con 18 mil 205.

Por otra parte, el Inegi puntualiza que el delito más frecuente en 2022, fue el fraude, con una tasa de 5 mil 770, donde le siguieron el robo o asalto en calle o transporte público, con 5 mil 689 y extorsión, con 5 mil 56. “La incidencia delictiva en la mayoría de los delitos personales —los que afectan a la persona de manera directa y no colectiva (como robo a casa habitación)— fue mayor en los hombres que en las mujeres”.

DELITOS SEXUALES

En cuanto a delitos sexuales, detalla que las mujeres fueron las más vulneradas, con una tasa de incidencia de 3 mil 470 delitos por cada 100 mil, cifra estadísticamente inferior a los 3 mil 935 delitos estimados en 2021. Y la tasa para este tipo de delitos, agrega que entre los hombres fue de 330 por cada 100 mil. En otras palabras, se contabilizaron 11 delitos sexuales contra mujeres por cada delito sexual contra hombres.

Del total de delitos ocurridos el año anterior, el Inegi considera que sólo el 10.9 por ciento de estos se denunció, cifra estadísticamente superior a la registrada en 202; lo que implicó que del total de delitos ocurridos, aproximadamente en el 92.4 por ciento no se investigó (cifra oculta o cifra negra).

Por tanto, manifiesta que del 69.3 por ciento de denuncias en las que sí se inició una investigación, en el 46.1 por ciento, el resultado fue que no pasó nada o no se resolvió la denuncia y en el 31.4 por ciento, este pasó sólo a trámite. Lo anterior, destaca el Inegi que se traduce en que 77.5 por ciento de las denuncias no arrojaron conclusión alguna. “El resultado fue positivo para la o el denunciante en 15.5 por ciento de los delitos en los que se inició una investigación. Lo anterior significa que, en 2022, 1.2 por ciento de los delitos cometidos tuvieron una represalia”.

DESCONFIANZA A LA AUTORIDAD

Las razones para no denunciar delitos, expone la Encuesta que se atribuyeron a la autoridad en el 59 por ciento; otras causas ocupó 40.3 por ciento; y en 0.7 por ciento de las ocasiones, no se especificó. De las causas atribuibles a la autoridad, añade que los motivos más comunes fueron pérdida de tiempo, con 31.5 por ciento; desconfianza a la autoridad, con 14.7 por ciento, y trámites largos y difíciles, con 8.8 por ciento. Dentro de otras causas, los motivos más comunes fueron: falta de pruebas, con 11.9 por ciento; se consideró un delito de baja importancia, con 11.2 por ciento y miedo del agresor, con 5.7 por ciento.

De los delitos no denunciados por parte de los hombres, menciona que en 34.5 por ciento de las casos se refirió no hacerlo por considerarlo una pérdida de tiempo y en 15.6 por ciento, por desconfianza en la autoridad. Mientras que, de los delitos no denunciados por parte de mujeres, en 28.7 por ciento manifestó no hacerlo por pérdida de tiempo y 13.9 por ciento, por desconfianza en la autoridad.

Inclusive, resalta que en 2023, el 60.5 por ciento de la población de 18 años y más consideró la inseguridad como el problema más importante que le aqueja. Siguieron el aumento de precios, con 44.1 por ciento y la salud, con 30.5 por ciento.

“En el periodo marzo-abril de 2023, 74.6 % de la población de 18 años y más consideró que vivir en su entidad federativa era inseguro debido a la delincuencia, cifra estadísticamente inferior a la de 2021. La sensación de inseguridad en los ámbitos más próximos a las personas también disminuyó estadísticamente”.

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