* En el municipio de Tuxtla Gutiérrez, funcionarios públicos denominados como: “fiscales municipales” han sido constantemente denunciados por robar y despojar de mercancías y productos a comerciantes que trabajan sobre la vía pública, acción que es emprendida desde la   Coordinación General de Política Fiscal a cargo de Javier Eduardo Crocker Gutiérrez.

* María López, vive en la vía pública porque le robaron   

Ainer Marroquín / Mural Chiapas

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 07 de febrero de 2023 (muralchiapas.com).- Las y los ficales municipales del ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez que coordina Javier Eduardo Crocker Gutiérrez, operan bajo ilegalidad.

El grupo de funcionarios públicos que entraron en funciones durante la primera fase de gobierno de la actual administración municipal, han violado el respeto a los derechos humanos de las y los comerciantes relacionados en materia de comercio en vía pública, señala María López Pérez, vendedora de flores, quien fue tratada como delincuente después de ser despojada de sus mercancías por este grupo de personas con uniforme (chalecos). “No somos rateros, ni somos asesinos”.

La señora María López Pérez, es una mujer adulta a cargo de más de nueve menores (entre hijos y nietos), quien fue desalojada hace más de cinco meses de su zona de trabajo, la cual se encontraba afuera del Panteón Municipal “San Marcos” de la capital en donde vendía flores, pero hoy, se ha quedado sin espacio, sin producto y con problemas económicos que la han obligado a vivir en la vía pública.

“Se llevaron el sirio, las veladoras y las esponjas y las bases, es mucho lo que hicieron por poco que no me morí por el coraje, por el susto”, recordó.

Actualmente, la banqueta ubicada sobre la 13 Oriente entre 3 y 4 sur se ha convertido en su cocina, en el que diariamente prende leña y cocina lo poco que haya generado para darle de comer a sus hijos y nietos.

Doña María, lo único que pide a las autoridades municipales es dejarla nuevamente ocupar el espacio en donde fue desalojada, pues señala que ella pagaba mensualmente -como desde hace 40 años- una cuota para que le permitieran vender en la zona.

“Desde chamaca empecé a trabajar ahí mismo, ahí dice mi permiso, la entrada del panteón. Me dio gran susto, mis hijos que estaban grabando… lo llevaron detenidos mis hijos, lo liberaron, pero pagamos la multa”.

Con este empleo, sostiene doña María logró darles alimento y un techo a sus hijos, pero hoy carece de lo más elemental para vivir, y aunque toda su vida ha trabajado al despojarla de todas sus herramientas por las cuales había invertido miles de pesos, la dejaron con posibilidades nulas para seguir adelante.

Ante esta acción, habitantes y comerciantes de la zona del mercado calificaron de “cobarde” el despojo perpetuado por fiscales municipales, quienes con lujo de violencia violaron los fundamentos básicos de derechos humanos.

“Si ellos llegaron como si hubiera cometido un grave delito… fue un acto cobarde y vil de las autoridades porque llegaron, intimidaron y se robaron todo, hasta la última flor que estaba en la baqueta se la llevaron”, denunciaron.

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