consentido de Aquiles A. Marroquín 

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 21 de julio de 2021 (muralchiapas.com).- Cuando Edgar Fabián Nandayapa Urbina, aceptó el trabajo como chofer de la unidad 01 de la ruta 73 del transporte colectivo de Tuxtla Gutiérrez, no sabía que “El Chino” Julio César Chong Kuan, dueño y concesionario “le estaba jugando chueco” y menos que pondría en peligro la vida de su compañero en relevo: Rubén Esteban Juárez Cameras.

Pese a las quejas y denuncias interpuestas ante la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT) —a cargo de Aquiles Espinosa García—, de las malas condiciones de las unidades del transporte público, el domingo 18 de julio se registró un accidente vehicular en donde la unidad 01 de la ruta 73 se vio afectada, dejando como saldo a cuatro pasajeros y dos choferes de Chong Kuan lesionados.

Al momento de los hechos, surgieron especulaciones acerca de las condiciones de la unidad, la cual presuntamente se habría quedado sin frenos, pero que de acuerdo a la declaración de la madre de Juárez Cameras se confirmó, sin embargo, horas después se dijo que Edgar Fabián conductor de la unidad habría buscado deslindarse de responsabilidades por amenazas del dueño de la unidad.

A consecuencia de estos hechos, Juárez Cameras persona que viajaba como copiloto y quién era el relevo del conductor, se reporta como grave y en estado de coma.

En tanto, Verónica Cameras, madre de Rubén Esteban, señaló que la unidad en la que viajaba su primogénito se quedó sin frenos y aseguró que Chong Kuan, afamado transportista y dueño de más de 100 concesiones, no ha querido hacerse responsable del accidente.

“Yo lo único que quiero es justicia, mi hijo le servía a ese señor ahora que responda como jefe, patrón y dueño… el chofer está custodiado, pero realmente él no tiene culpa, el culpable es el dueño de la combi por no arreglar su carro y además nos acabamos de enterar que la 7301 no está asegurado, nos vinieron a ver a decir que va a venir el asegurador”, declaró.

Por otra parte, María Molina Trujillo, madre de Edgar Fabián, denunció ser víctima de acoso e intimidación por parte del dueño y concesionario de la unidad; transportista que busca deslindarse del accidente ocurrido durante la tarde del domingo 18 de julio.

“Todos sus colectivos no están bien, siempre le decía a mi hijo deja esos colectivos, donde sea se quedaban tirados… espero que se responsabilice el dueño, que dé la cara al menos, pero no da la cara el señor (Julio Chong)”, apuntó.

En consecuencia, las madres de los choferes exigieron que las autoridades tomen cartas en el asunto para que se haga responsable, ya que el propietario de la concesión es dueño de más unidades de diferentes rutas en Tuxtla Gutiérrez, mismas que no cuentan con seguro de vida para sus trabajadores y pasajeros.

En tanto la Secretaría de Movilidad y Transporte, a través de su área de comunicación social, informó a este medio que aún no tienen autorizado emitir un pronunciamiento al respecto.

CABO SUELTO

El 29 de agosto del 2019, un usuario de bicicleta feneció tras ser atropellado por una unidad de transporte público de la cual el propietario es Julio Chong.

Por omisión a sus responsabilidades, familiares de Ernestino Avendaño Guillén, quien fuera atropellado por la unidad 27 de la ruta 90 del servicio público colectivo, denunciaron a la Secretaría de Movilidad y Transporte junto a la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPyTM) del ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, de no aplicar la ley al chofer y al concesionario de la unidad que originó la muerte de su pariente.

Julio César Avendaño Domínguez, hijo del afectado, indicó —en ese entonces— que en la 5 norte y calle Taxco del fraccionamiento Las Brisas de Tuxtla, su padre de 74 años fue embestido por el operador de la unidad 27 de la ruta 90 mientras viaja en su bicicleta, presentando fracturas en el cráneo, daños en su anatomía.

“Queremos una justicia, por favor. Los gastos están muy pesados a veces no nos damos abasto, ya llevamos como 7 mil pesos en medicinas, en todo lo que están pidiendo”, manifestó.

En esa fecha, el operador de la unidad, como el propietario de la unidad 9027 el concesionario Julio Chong, no asumieron la responsabilidad ni el pago de los gastos médicos del ciclista arrollado, justificando que el colectivo no contaba con un seguro de daños.

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