meseta de copoya1 * Ecocidio, invasiones y otras constantes son algunas de las incertidumbres de la modificación a la carta urbana de la Meseta de Copoya (2015-20140), informaron grupos ambientalistas.

* El cambio afecta a la ciudad y no responde a ninguna necesidad del bien común, “únicamente responden al interés de particulares”

 

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 26 de diciembre de 2017 (muralchiapas.com).- Cerca de 3 mil hectáreas de la meseta de Copoya en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, se encuentran en peligro de sufrir un daño en su conservación, esto luego que el Presidente Municipal, Fernando Castellanos, seis regidores y la síndico municipal votaron a favor para cambiar el uso de suelo de conservación ecológica a uso habitacional bajo el pretexto que en esa área pasará el brazo sur del agua potable.

De acuerdo a la Unión para la Conservación de la Meseta de Copoya, son alrededor de 2 mil 870 hectáreas las que se encuentran en peligro para su conservación y de ser invadidas, ya que en sesión ordinaria —del 23 de diciembre— el Cabildo de Tuxtla Gutiérrez autorizó el Programa de Desarrollo Urbano del Centro de Población de Tuxtla Gutiérrez (2015-2040), donde se autoriza la modificación del uso de suelo de conservación ecológica a habitacional.

“Sí, la zona ha sido invadida dos veces y es muy importante dar certidumbre de aplicación de la ley y defensa de la propiedad privada a estos y a todos los dueños, ya que de no contar con esta certidumbre los dueños fraccionan por miedo a perder sus terrenos”, señalaron.

A esto, puntualizaron que la zona de mayor riesgo por la modificación se encuentra en la ladera sur de Tuxtla, ya que por varios cambios de uso de suelo se han registrado derrumbes y deslaves en el área, afectando a alrededor de seis hectáreas de reserva ecológica.

“Sobre la ladera sur de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez en la zona de mayor riesgo por derrumbes en la ciudad, están dando varios cambios de uso del suelo, entre ellos, y el que se considera que más afecta, es el predio denominado Montecristo y Pakal pertenecientes a la familia Pavia y que están en el margen del arroyo San Roque. El cambio de uso de suelo es en 8.9 hectáreas. Aunque el daño por la deforestación y remoción de suelo realizada por la empresa constructora llega a más de 15 hectáreas, dañando alrededor de seis hectáreas de la reserva estatal”, detallaron

Sin embargo, aclararon que la nueva carta urbana cumple con los nuevos cambios de uso de suelo, beneficiado en varios puntos a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, pero tal modificación debe corregirse para la protección de las áreas cambiadas.

“Dentro de ella hay varios cambios que beneficiaran a la ciudad, pero otros como el cambio de uso de suelo de área de conservación a uso habitacional, que la perjudican, esto cambios principalmente están dados tanto en la ladera norte como en la ladera sur de Tuxtla Gutiérrez, principalmente en zonas de riesgo”.

“Los grupos están a favor de tener una nueva carta urbana pero en contra de los nuevos cambios de uso de suelo que cambian zonas de conservación a habitacional. Por lo que piden que antes de ser publicada corrijan ese cambio y regresen a Conservación Ecológica esas hectáreas que fueron cambiadas”, sumaron.meseta de copoya2

A su vez, precisaron que en la zona y en específico a esas 8.9 hectáreas se tiene registro de cinco denuncias interpuestas por ciudadanos, por la Semahn y por la Secretaría de Medio Ambiente y Movilidad Urbana de Tuxtla Gutiérrez, esto ante la Procuraduría de Medio Ambiente del Estado y el ICIPLAM ante la PROFEPA.

“Además de diversos oficios que se entregaron al municipio denunciando el ilícito, y a pesar de las cuales ninguna autoridad ha puesto ninguna sanción. Por el contrario ahora premian los delitos otorgándoles el cambio de uso del suelo”, agregaron.

Para finalizar, solicitan al alcalde ECOLOGISTA de Tuxtla Gutiérrez, Luis Fernando Castellanos Cal y Mayor, que se regrese a categoría de conservación las zonas que fueron modificadas a habitacionales, ya que el cambio afecta a la ciudad y no responde a ninguna necesidad del bien común, “únicamente responden al interés de particulares”.