Pese de no existir un recorte en el Presupuesto 2017, pero si vísperas de un proceso electoral, el Gobierno de Manuel Velasco decidió despedir a miles de burócratas incluso desapareció algunas instituciones y a otras solo les cambio de nombre.
Dicha situación mantiene a toda la planta laboral del Gobierno del estado en la incertidumbre, pues aún no se define la totalidad de los despidos que puede llegar a un 25 por ciento del total de la plantilla laboral.
El argumento “sustancial” para despedir a cientos y miles de burócratas es el pretexto de que haya un recorte presupuestal, pues el Presupuesto de Egresos para el Estado de Chiapas (PEE) para el 2016, fue de 81 mil 214 millones, para el 2017 es de 81 mil 891 millones 143 mil pesos, sea, incrementó el 0.82 por ciento.
Desde el martes 3 de enero, los jefes de oficina, los de recursos humanos han citado a su personal para darle la noticia de que fueron despedidos, ofreciéndoles finiquitos que si bien, superan los 100 mil pesos, no son acordes a lo que la ley marca.
Trabajadores con más de 20 años de servicio son despedidos y liquidados con poco dinero, muchos de ellos a tan solo 2 o menos años de su jubilación.
En ninguna administración gubernamental en Chiapas, se ha registrado el despido masivo de tanto personal como se hace en el sexenio del gobernador más joven de México, quien ganó la elección con un millón 300 mil votos, cantidad histórica y que ahora cuenta con un repudio casi similar.
