Rafael Velasco Salas
“Cuando un político pierde sensibilidad, se convierte en verdugo”, así reza el dicho y tal parece que poco le duro a los habitantes de Pichucalco el gozo de poder contar con el departamento de tránsito municipal, se escuchaba bien, pues todos tenían la fe puesta que por fin esa dependencia municipal iba a reordenar la vialidad en la ciudad, y sobre todo contar con elementos capaces de meter en cintura a quienes infringen la ley, pero con la ley en la mano. Esa corporación se ha convertida en el verdugo de quienes son propietarios de un automóvil o una motocicleta.
Hoy la dependencia municipal encargada de velar por la seguridad de los automovilistas se ha convertido en la peor y más señalada por actos de corrupción, prepotencia y la aplicación de la ley con un amplio favoritismo para los amigos del director de esa corporación. Antonio Noriero Escalante, actual director de tránsito municipal en Pichucalco; se ha ganado en los últimos días lo más directos señalamientos de ser un empleado de los más prepotentes de la administración. Desde la administración pasada se agenció la dirección de esa corporación, desde sus oficinas que se ubican en el Centro Regional para Emergencias y Desastres (CRED) dependiente de la Secretaria de Protección Civil, opera favores para sus familiares y amigos quienes no deben ser tocados por los elementos a su mando.
En las redes sociales circula un video que tiene cerca de tres mil reproducciones donde se da a conocer el abuso de autoridad por parte de elementos de tránsito y de la policía municipal al intentar encarcelar a una señora vendedora de panes, quien por unos minutos estacionó su motocicleta en un área donde ni siquiera molestaba u obstruía el paso de vehículos. Su delito de la señora Ana “N” fue defender que no se llevaran su herramienta de trabajo, para ellos la agente de tránsito que levanto la infracción llamó a los elementos de la policía municipal quienes llegaron, amagaron a la señora, y ante tantos jaloneos le lastimaron un brazo. No pudieron llevársela a los separos gracias a que la ciudadanía defendió hasta lo último el derecho de la señora e impidieron que se cometiera un abuso más de esta corporación encargada de la vialidad.
Antonio Noriero Escalante originario de Cardenas, Tabasco; es hoy el enemigo público número uno de los pichucalquenses. Llueven en redes sociales la petición de su renuncia, son cientos de ciudadanos que solicitan al edil Luis Miguel Pérez Ortíz la dimisión de este nefasto empleado. Ya se organizaron los ciudadanos para emprender serias denuncias por abuso de autoridad que serán interpuestas en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y ante la propia Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Quien se dice ser protegido por Fernando Castellano Cal y Mayor y quien presume en Facebook que los une una amistad añeja, al igual que con el gobernador Manuel Velasco Coello, se considera inamovible del puesto. Al tiempo con estos casos de abuso de poder, la paisanada se está cansando de tantos atropellos y de no ser escuchados. Luis Miguel Pérez Ortíz si pretende mantener su gobierno estable y sin repudio de la ciudadanía debería remover inmediatamente del puesto a Noriero Escalante. A tiempo los avisos y llamados. Hasta los próximos comentarios.