Tras la silla de Rutilio Escandón (En la Mira) Héctor Estrada Para la mala suerte de quienes ya deambulaban sobre la silla principal del Poder de la Judicatura del Estado de Chiapas todo parece indicar que las cartas ya han sido puestas sobre la mesa y los aires de cambio simplemente no soplarán al interior del poder estatal encargado de administrar la justica en la entidad chiapaneca.

Y es que, sospechosamente conveniente para los detractores del actual titular, durante las últimas semanas una serie de ataques mediáticos cayeron en cascada sobre la figura de Rutilio Escandón Cadenas y su equipo de trabajo, justo a unos días de cumplirse el plazo para la renovación o ratificación en el cargo.

Con señalamientos tan graves como son los delitos sexuales Escandón Cadenas fue acusado a través de las redes sociales de perpetrar acoso sexual contra una supuesta empleada del Poder de la Judicatura, de la que nunca se supo su nombre formal y mucho menos existió denuncia penal al respecto.

El asunto se trató evidentemente de una campaña de difamación para minar la imagen pública del aludido, pues casualmente se orquestó previó a la decisión de los dueños del poder político en Chiapas para conservarlo o no en el puesto, tras cumplirse el próximo 8 de abril los tres años de gestión desde su nombramiento.

En honor a la verdad, la estrategia de difamación resultó hasta descarada. No hubo ni denuncia pública formal y ya de los procedimientos judiciales correspondientes ni hablar. A nadie le quedó duda que el teatrito fue encargado y montado por quienes desde el anonimato quieren a cualquier costo suceder a Escandón.

Los orquestadores de la burda campaña incluso hicieron uso de la mofa y la burla contra personal cercano al titular del Poder Judicial. De manera cobarde atacaron y trataron de ridiculizar al director de Comunicación Social, Julio César Rincón, con argumentos en relación a su apariencia física durante una entrevista en video.

La estrategia difamatoria fue tan superflua que terminó desvaneciéndose con rapidez entre las redes sociales que fueron el único medio de su existencia pública. En cuestión de un par de semanas las acusaciones se perdieron entre la falta de pruebas contundentes y una posible trascendencia al espectro legal.

Hoy los rumores entre los pasillos de los otros dos poderes del Estado en Chiapas vaticinan el fracaso de las estrategias difamatorias y la operación de los aspirantes anónimos para relevar en el cargo a Escandón Cadenas que, de no haber sorpresas de última hora, seguramente será ratificado en el cargo para los otros tres años que contempla la ley vigente.