Hace un par de entregas le platicaba de la carta que el coordinador de gabinete del gobierno de Chiapas, Plácido Morales Vázquez, envío al docente e investigador de periodismo, Sarelly Martínez Mendoza.

En la misiva, el coiteco acusa al surimbo, fundamentalmente, de mofarse de su pretensión de ser el candidato de Morena a la gubernatura en 2018.

La molestia radica, supongo yo, no en decir que tiene pocas posibilidades de ser el sucesor de Manuel Velasco, sino en compararlo con un rey feo de cualquier feria de pueblo. Plácido le cuenta sus motivaciones y, finalmente, invita a Sarelly a integrarse a su proyecto político.

La respuesta epistolar del autor de libros sobre la prensa chiapaneca no se hizo esperar. Bueno sí, un día, y el miércoles por la mañana leímos que rechazaba la invitación a colaborar con Morales, sin dejar pasar la oportunidad de hacerle saber su postura política:

“No sé si haya leído mis comentarios anteriores, pero no voté por ningún partido en las pasadas elecciones municipales y así espero seguir haciéndolo. Anulé mi boleta en protesta, inútil quizá, por el sistema de partidos que tenemos en México y sobre todo en Chiapas.”

Le dice que lo conoce poco, que sólo una vez lo ha visto en la vida, que le agradece, pero reconoce que más que ayudar, le estorbaría:

“Le repito. Sería un estorbo. No me sumo –que difícilmente sumo– a ningún candidato porque veo a una clase política corrompida que se pasa de un partido a otro sin escrúpulo alguno. Y ya en el poder la veo enriquecerse y dejar cada vez más pobre a Chiapas. Los veo a todos los aspirantes, incluido a usted, violar las reglas más elementales de convivencia democrática plasmadas en las leyes, con actos adelantados de campaña, aunque lo pretendan disfrazar de giras de trabajo.”

Ya para cuando llegamos al final de la carta es cuando comprendemos que la corrección y la elegancia cuidadas hasta ahora, son sólo el preámbulo retórico a la estocada: Sarelly perfectamente sabe que Plácido lo que le molestó fue lo de “rey feo” y no duda en usarlo:

“Me despido de usted ya, porque estoy muy ocupado organizando el próximo concurso de rey feo en mi pueblo, Suchiapa, en donde mi primo Miguel Cundapí Martínez es presidente de la Feria de mayo 2016. En la ceremonia de coronación del ganador, el mero día de la Santa Cruz, amenizarán las marimbas Chapinlandia, de Guatemala, y Reyna Fraylescana. Lo invito a sumarse, porque usted sí suma, a nuestra festividad.”

Insisto, entretenido. 

UNA CHISPA AL MAGISTERIO

Usted ya conoce la noticia. Ayer, presuntos integrantes de la CNTE causaron destrozos en Tuxtla Gutiérrez y robaron mobiliario urbano.

Por la mañana intentaron entrar a la Secretaría de Educación, la policía lo impidió y marcharon al centro con todo y desmanes.

Al respecto, Xavier Francisco Vidal Díaz, integrante de la Secretaría de Organización VII Regional Altos del Comité Ejecutivo de la Sección VII de Chiapas, explicó a los medios de comunicación que el arribo de Sonia Rincón Chanona a la titularidad de Educación en Chiapas representa una alerta máxima para la CNTE al representar el “charrismo local”.

“Rincón no representa los intereses de los maestros, estudiantes ni padres de familia para mejorar la educación y su nombramiento pone en alerta máxima a la CNTE, no sólo de Chiapas, sino de todo el país”, por lo que, explicó, se llevarán a cabo asambleas regionales, estatales y finalmente una nacional que marcará los pasos a seguir ante lo que calificaron como “terrorismo de Estado”.

Si éstas son las verdaderas motivaciones atrás de los hechos violentos de ayer, muchos cuidados deberán tener las autoridades en subestimarlas, porque es evidente que habrá un intento —si no es que ya está en marcha— de construir una imagen negativa de Rincón como la ejecutora a ultranza de la reforma educativa. Servidora del poder y no de la Educación.

En una frase: con una chispa se incendia Roma. 

ÁGORA:

BABIECA: (De baba) 1.- com. coloq. Persona floja y boba. U. t. c. adj.

“Blasilla fue la que dijo

que don Roque es un babieca,

que parece un espantajo,

que es sordo como una piedra,

que le corrompe el aliento,

que tiene hinchadas las piernas,

que no puede ser casado,

que…”

LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN, El viejo y la niña (Madrid, 1790). 

CORRILLO:

Leo con asombro cómo la Secretaría de Salud da a conocer, mediante boletín, el pago a sus trabajadores como un éxito de gestión. Lo cierto es que pagar cada mes la abultada nómina debe representar toda una Odisea. No hay para más, o se pagan los salarios o se compran medicinas. Quizá el secretario Paniagua debiera explicar, cómo es que creció tanto la clase trabajadora en tan corto tiempo.