Los pactos y acuerdos políticos para preparar el terreno del mapa electoral en Chiapas rumbo a las elecciones de 2024 tuvieron un nuevo ajuste este lunes con la renuncia del actual presidente municipal de Comitán, Mario Guillén Domínguez, a su militancia dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), dejando finalmente a la oposición del partido Morena fuera de los ayuntamientos en las cuatro principales ciudades de la entidad.
El documento filtrado en redes sociales este 8 de mayo, fechado al 22 de marzo del año en curso, era un rumor a voces que evidentemente ya había sido consumado, pero fue oficializado hasta ahora. Y es que, las reuniones de Guillén Domínguez con el actual presidente estatal de Morena, Carlos Molina, habían sido ya bastante ventiladas por el propio alcalde comiteco, por lo que para la dirigencia estatal priísta la renuncia de Mario Guillén y su distanciamiento del PRI era ya un asunto consumado desde hace meses.
Fue el mismo dirigente estatal del Revolucionario Institucional, Rubén Zuarth quien confirmó la veracidad del documento filtrado en redes sociales, para señalar que, cómo resultaba ya evidente, la decisión del actual presidente municipal de Comitán respondió a intereses personales, estrictamente electorales, a fin de utilizar las oportunidades que brinda la ley para brincar de un partido a otro en la búsqueda de puestos de elección popular consecutivos.
Lo cierto es que lo ocurrido no resultó tan inesperado para todos. La renuncia de Mario Guillén tuvo de antesala a lo hecho sólo unas semanas antes por el actual presidente municipal de San Cristóbal de las Casas, Mariano Díaz Ochoa, que en circunstancias bastante similares t erminó haciendo oficial su renuncia a su militancia dentro del Partido Verde Ecologista de Mexico (PVEM), desatando inevitablemente el repudio de la dirigencia Verde a nivel nacional. Y no era para menos.
La desvinculación de los gobiernos de San Cristóbal y Comitán del PRI y el Verde han significado un claro mensaje de lo que se ha estado orquestando y viene para la oposición de Morena y sus intereses individuales en Chiapas. Fueron las dos ciudades más importantes perdidas por el actual partido gobernante en la entidad durante las elecciones de 2021 y no podían mantenerse bajo controles externos previo al inicio del proceso electoral. Y los movimientos similares seguramente seguirán haciéndose públicos con el paso de las semanas.
Ya antes se habían presentado las renuncias del presidente municipal de Chiapa de Corzo y los líderes del Partido Verde en los municipios de Ixtapa y Soyaló. La intención desde las dirigencias de Morena y los alfiles más fuertes en la contienda por Chiapas ha sido bastante clara: desarticular a la oposición, incluido a su aliado nacional, antes de sentarse a las mesas de acuerdos, para dejarlos reducidos y sin tanto capital de negociación.
Con un PRD en el filo de la extinción, un Partido Acción Nacional (PAN) desdibujado y un PRI con cada vez menos bastiones, la alianza tripartita en Chiapas tiene desde ahora una derrota prácticamente garantizada. Mientras el Partido Verde sigue luchando en los acuerdos nacionales con Morena para ampliar sus posibilidades de negociación electoral, poder tener buenos acuerdos en estados como Chiapas y, al mismo tiempo, luchar contra la maquinaria de Morena en la entidad que se encuentra en plena operación política para quitarle posiciones importantes.
Morena sabe que la verdadera amenaza para los intereses de sus alfiles en Chiapas está en el Partido Verde, quien en las últimas elecciones se quedó en segundo lugar de votaciones y con más ayuntamientos. Por eso el proceso de desarticulación está en ese frente, sin descuidar el sabotaje a debilitado PRI. Por eso, seguramente las presiones y acuerdos seguirán consumándose en nuevas dimisiones y traiciones que intentarán facilitar resultados para un partido cuyas prácticas no resultan tan distintas a las conocidas en el pasado… así las cosas.