Con su periódico legal en la dirigencia prácticamente concluido, Pedro Gómez Bámaca, actual dirigente de la Sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), parece aferrase a prolongar el mayor tiempo posible su inminente relevo. Y es que, aunque la elección debió realizarse desde a finales del año pasado, hasta el momento todavía no existen lineamientos claros de convocatoria para el inaplazable cambio de dirigencia.
Fue a mediados del 2021 cuando, por acuerdo de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), se decidió aplazar el proceso interno por tres meses debido a la “falta de condiciones” por la nueva ola de Covid-19. Se ordenó a la dirigencia de Gómez Bámaca emitir la convocatoria y realizar los comicios en el plazo establecido, que concluía en el mes de enero pasado. Sin embrago, han transcurrido cuatro meses más sin que el acuerdo se haya ejecutado.
La inconformidad ha comenzado a brotar en diferentes sectores del gremio magisterial. Apenas el mes pasado más de mil maestros del Nivel de Educación Indígena (NEI) se manifestaron en San Cristóbal de las Casas para elegir a su candidato y denunciar los letargos sospechosos de Bámaca, así como las irregularizades en los plazos establecidos para la publicación de la convocatoria.
Lo mismo ha sucedió ya con otros liderazgos como Víctor Manuel Ancheyta Bringas, quien en diciembre pasado también salió a denunciar públicamente las anomalías de la actual dirigencia. Y es que, los señalamientos no fueron menores. El ex líder de la Sección 7 acusó al actual dirigente de desfalcos millonarios dentro del Fondo de Ahorro para los trabajadores.
Según los múltiples señalamientos, actualmente se acusa a Pedro Gómez Bámaca de irregularidades por más de dos mil 500 millones de pesos dentro de la Caja de Ahorro y del Fondo de Ahorro y Beneficio Social (Fabes). Se trata de un asunto ya denunciado desde 2020 por los integrantes del Fondo de Ahorro Magisterial (Fama), quienes señalaron la negativa de la dirigencia estatal para realizar una auditoría a los fondos de ahorro. Negativa que se mantiene hasta la fecha.
Por eso no resulta tan extraño que la actual dirigencia se empecine por postergar aún más el proceso de relevo. A Bámaca no le salen las cuentas en torno a los votos necesarios para mantener el control de la Sección 7. Sobre todo, ahora que la base magisterial ha exigido la aplicación del sistema de “voto universal” para elegir a la nueva dirigencia.
Pedro Gómez Bámaca sabe perfectamente que, si la elección se realiza por “voto universal”, donde todas y todos los maestros agremiados puedan votar, y no mediante la votación exclusiva de delegados (como él fue electo), las posibilidades de imponer a uno de sus alfiles se reducen drásticamente. Bámaca está plenamente consciente que ya no cuenta con la simpatía de las bases y que una amplia mayoría lo quiere fuera de la dirigencia estatal, junto a sus títeres.
A eso se debe, en buena medida, la demora para lanzar la convocatoria: a la insistencia de la actual dirigencia para imponer el voto de delegados como modelo de elección para este año. No se han alcanzado acuerdos que satisfagan las exigencias de Bámaca para asegurar sus objetivos de relevo, mientras los liderazgos opositores se encuentran listos para impedir cualquier capricho tendencioso de la dirigencia actual.
Aunque ha asegurado que no buscará la reelección, Bámaca está listo para dar el último golpe a la base magisterial a fin de perpetuar su control sobre la dirigencia de la Sección 7, a través de alguno de sus alfiles. Estará en manos de las bases gremiales permitir o no una posible imposición amañaba que de impunidad al actual dirigente, por lo que el relevo dentro de la Sección 7 de la SENTE-CNTE seguramente dará mucho que hablar durante las siguientes semanas… así las cosas.