Ya pasaron 12 días desde que Mariana fue encontrada muerta y muchos más desde que informó sobre las agresiones sexuales de las que estaba siendo víctima, y la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) sigue sin realizar la remoción pública de la directora de la Facultad de Medicina Humana, Ana María Flores García, y del coordinador de Internado de Pregrado y Servicio Social, Carlos Alberto López Jiménez, directamente responsables de garantizar el bienestar de sus alumnos en el sistema de pasantías.

López Jiménez es actualmente el primer contacto directo de las y los estudiantes de servicio social e internado dentro de la universidad por cualquier situación que se genere en el proceso. Según compañeros de Mariana, a él se le informó de manera económica lo que sucedía, pero decidió deslindarse, dejando que Mariana lo resolviera por su cuenta con las autoridades de Salud.

La dejó "a su suerte", como al resto de los alumnos bajo su responsabilidad, siendo Carlos el enlace primario. Sin embrago, no es nada nuevo. Durante años la Facultad de Medicina Humana se ha mantenido en el desinterés y el desentendimiento de lo que sucede cada año con sus estudiantes en internado y servicio social. Se limita a repartir los espacios negociados con el sistema de salud, “aventándolos al ruedo” sin ninguna garantía.

Lo mismo sucede con la directora Ana María Flores García quien, además de sus graves omisiones y complicidades, fue expuesta ya por su insensibilidad e indiferencia ante el caso de su propia alumna, asegurando que finalmente "Mariana no sufrió".  Desde sus lamentables declaraciones Flores García ha guardado silencio ante un hecho que la atañe de manera directa.

Hoy ambos directivos universitarios, protegidos por la rectoría, tratan de ser deslindados de toda responsabilidad, argumentando que no existió oficio hecho por la propia Mariana para informar sobre la situación. Así de fácil... Usando la excusa administrativa para alegar desconocimiento buscan "lavarse las manos" de una responsabilidad ineludible.

Poco han importado a la rectoría las omisiones por desconocimiento o incompetencia de los señalados ante lo sucedido con Mariana, la solicitud de los propios estudiantes para que se apliquen las destituciones inmediatas como parte del pliego petitorio y las miles de firmas recabadas mediante la plataforma change.org que hasta este 8 de febrero contaba ya con más de 85 mil 900 firmas de apoyo enviadas desde todos los rincones del país.

Este mismo fin de semana la Fiscalía General del Estado anunció la detención de la directora de la clínica donde Mariana fue encontrada muerta, y el cateo a la casa del presunto violador u homicida. La Secretaría de Salud hizo lo propio este lunes con la remoción de Mariana Lazos Salgado, subdirectora de Educación y Enseñanza en Salud, cuya destitución también era parte del pliego petitorio. Pero la UNACH sigue sin mover un solo dedo.

La rectoría universitaria se ha mostrado indiferente como si, ante la falta de documentos incriminatorios, las responsabilidades sobre el caso fueran exclusivamente ajenas. Pero, NO. No necesita haber documento comprobatorio de nada, en la cadena de responsabilidades administrativas ellos son responsables en acción u omisión por desconocimiento de lo que sucede bajo su cargo. Así de simple. Entonces ¿Qué tanto esperan?... así las cosas.