EnLaMira ContraHomofobiaOK Héctor Estrada

Marcha contra la homofobia: un reclamo de justicia social

Bajo la consigna de respeto y derechos igualitarios, este domingo decenas de ciudadanos salieron a las calles de Tuxtla Gutiérrez para conmemorar el Día Internacional contra la Homofobia y Transfobia, como una fecha que “grita al mundo” el reclamo de reconocimiento a un importante sector al que la justicia social le tiene muchos pendientes.

Igual que el escenario adverso al que se tiene que enfrentar la población LGBTTI día tras día, la torrencial lluvia de este domingo no fue impedimento para que decenas de personas vistieran la principal avenida de la capital chiapaneca de “llamados a la conciencia social” sobre la importancia de entender al humano como una raza diversa por naturaleza.

No se trató de una “marcha gay”, sino de una movilización civil donde homosexuales, heterosexuales, bisexuales, transexuales y transgénero, entre otros, se unieron para acrecentar el reclamo de leyes y sociedades igualitarias, en las que la orientación sexual o la identidad de género no sean causas de discriminación.

Y es que, aunque para muchos aún no queda claro, el Día Internacional contra la Homofobia y Transfobia conmemora la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales por parte de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que tuvo lugar hace ya 25 años (el 17 de mayo de 1990).

La lucha por el reconocimiento social y legal tiene muchas décadas más y, pese a ello, el camino de lucha aún se avizora largo. Sobre todo en países y estados federativos donde todavía se privilegian  las costumbres religiosas o moralismos arcaicos sobre las propias leyes a la hora de impartir justicia o reformar constituciones.

Aunque a muchos no les guste, la homosexualidad es un tema ya discutido, analizado y dictaminado por expertos y autoridades internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Es un importante asunto que cuenta con regulaciones internacionales para condenar su discriminación.

Como ya se ha repetido hasta el cansancio, el reclamo de leyes igualitarias no es una ocurrencia surgida de la noche a la mañana, se trata de derechos universales fundados en acuerdos internacionales con varios años de vigencia.

Es un tema sustentado en documentos básicos firmados por México como los Principios de Yogyakarta en sus apartados 1, 2, 3 y 24; la Declaración sobre Orientación Sexual e Identidad de Género de las Naciones Unidas en sus puntos 1, 2, 3, 10 y 11; o simplemente en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) en sus artículos 1 y 25.

La propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo primero, exige la garantía de derechos igualitarios y prohíbe todo tipo de discriminación, así como la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que ya ha determinado como discriminatorios a los códigos civiles estatales que hacen del matrimonio un derecho exclusivo de las parejas heterosexuales.

La marcha de este domingo en Tuxtla Gutiérrez es sin duda un recordatorio de los vergonzosos pendientes que las instituciones de los tres poderes de gobierno aún tienen con este significativo sector. Es un llamado a la conciencia sobre la importancia de abordar el tema y adecuar las leyes a una realidad que ya resulta innegable y requiere de acciones que no pueden seguirse postergando.