También se robaron el dinero del Procafé para entidades como Chiapas (En la Mira) Héctor Estrada En medio de la absoluta impunidad, las irregularidades cometidas durante los sexenios de Enrique Peña Nieto y Manuel Velasco Coello siguen saliendo a la luz. Esta vez los señalamientos hechos por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) están relacionados con la entrega de apoyos duplicados, subsidios a fallecidos y pagos indebidos por presuntas asesorías del programa Procafé en entidades como Chiapas durante 2017.

De acuerdo a la investigación hecha por el portal Voltairenet.org, “el dictamen elaborado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) indica que, en total, el programa ejerció un presupuesto de 919 millones 587 mil 100 pesos. En ese año, al frente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) –ahora Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural– se encontraba José Calzada Rovirosa.

La Auditoría Forense 1593-DE señala que el programa entregó indebidamente 653 millones 138 mil 300 pesos, debido a que se efectuaron pagos duplicados a 11 mil 828 beneficiarios de organizaciones pertenecientes a las delegaciones de la Sagarpa en Chiapas, Guerrero, Oaxaca, San Luis Potosí, Puebla, Veracruz, Hidalgo y Nayarit. Además de apoyos a 26 productores fallecidos.

Según el informe de fiscalización, se realizó la entrega de otros 94 millones 23 mil 500 pesos a la Asociación Mexicana de la Cadena Productiva del Café, AC (Amecafé), “de los que no se presentó documentación que justificara y comprobara el ejercicio total de los recursos públicos federales”. Los conceptos por los cuales se erogaron estos recursos fueron: capacitación, asistencia técnica especializada y gestión de proyectos para productores de café.

La lista de anomalías incluye otros 11 millones 38 mil 800 pesos de los que la Sagarpa no acreditó debidamente el reintegro de los recursos no ejercidos. Se trata de 9 millones 954 mil 550.84 pesos correspondientes al Fondo Especial para Financiamientos Agropecuarios (FIRA-FEFA), y 1 millón 84 mil 239 en supuestos gastos de operación.

En la auditoría forense se muestra que la misma Amecafé recibió recursos por 10 millones 704 mil 671 pesos, de los cuales asignó injustificadamente a esta instancia 9 millones 809 mil 100 pesos. Además, no presentó comprobante de ejecución por 895 mil 500. La organización no presentó evidencia documental o los conceptos del gasto en que ejerció los recursos otorgados presentan diversas irregularidades.

Los probables hechos de corrupción son sólo una parte del gran problema que enfrenta este sector. En 2017 –cuando se habría consumado el fraude por más de 770 millones de pesos del erario– fue justo uno de los años con más baja producción, pues se redujo en más del 31 por ciento, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

En México, los cafetaleros viven en situación de pobreza, y se ubican en 14 entidades del país. De acuerdo al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasida), la superficie destinada a esta producción ascienden a 730 mil 11 hectáreas. El 90 por ciento de ese territorio se concentra entidades como Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla y Veracruz”.

El fraude cometido contra cientos de cafetales en el sur-sureste de México es la estocada final a un sector que no sólo tiene que enfrentar el embate de plagas, la proliferación de intermediarios o “coyotes” y los efectos de cambio climático en los cultivos, también tiene que resistir a la corrupción rapaz que se roba los pocos recursos destinados al supuesto rescate o fomento de la producción anual.

En la entidad chiapaneca el presunto fraude vincula de manera directa a dependencias como el Instituto del Café de Chiapas (ICAFECH), responsable de realizar el padrón de beneficiarios y participar en la entrega de recursos. Las investigaciones tendrán que deslindar responsabilidades en torno a toda la cadena de posibles complicidades que resultan evidentes.

Sin embargo, el panorama de justicia no parece tan alentador. Pese al constante flujo de información comprometedora en contra Enrique Peña y Velasco Coello no parecen haber indicios para llamarlos a rendir cuentas. Las vinculaciones personales entre Obrador y Velasco han vuelto al exgobernador chiapaneco prácticamente intocable, con una coraza de inmunidad que hoy contradice en mucho las promesas de la tan alardeada cuarta transformación nacional… así las cosas.