La migración ha sido en México, desde hace muchísimos años, un evento presente en su desarrollo social, productivo y político. No se puede pensar un México sin migrantes, sin la presencia pluricultural. Los mexicanos debemos tener conciencia de este concepto para poder definir una posición justa, lógica y sustentada. La Xenofobia así como la discriminación han sido activados al máximo en nuestra gente a partir de las caravanas recibidas en los últimos meses. Y no es por falta de razón. La presencia de nuestros hermanos centroamericanos ha coincidido con el incremento desproporcionado de la violencia, el crimen y la desestabilidad social regional y del resto del territorio nacional. Esto no es privativo de la migración, es una evidente descomposición social latente y creciente en toda la comarca latinoamericana. Con la presencia de centroamericanos, cubanos y africanos pretensos a lograr el asilo norteamericano, la realidad de una región fronteriza como la del sur, los problemas de subsistencia se tensan, profundizan y agravan en términos de estabilidad, armonía, convivencia, respeto y tolerancia. Hoy día en que la violencia, el crimen y el abuso contra la población es indiscutible, las acusaciones por la presencia de centroamericanos se han elevado en la misma proporción, o más aún. No es falsa esa percepción, no es claro que la delincuencia en países hermanos del cono centroamericano, sean proclives a la delincuencia organizada a baja escala, pero organizada al fin. Pero acaso en nuestro país ¿Las circunstancias son mejores? Esta discusión solo ayuda al Estado pare omitir su propia responsabilidad. Asumir que nuestra región es una parte del celo es mas irresponsable aún, es una postura inocentemente cómplice que ayuda a diluir el impacto negativo de la fuerza criminal gestada y en consolidación. Después de este pequeño análisis, cabe hacer mención que: 1°- El ayuntamiento NO es el responsable del control policial, la detención y la lucha contra el crimen organizado y la violencia, solo es a nivel preventivo, asi lo marca la ley; 2°- Es responsabilidad de la entidad federativa el cumplir con los requisitos y efectividad de los conceptos del inciso 1°; 3°- Sin Guardia Nacional no se podrá enfrentar al crimen organizado. Ya que la aprobaron, urge la implementación en todo el país, en TODO el país. Aquí el problema es, que el desmadre es tal, que harían falta otras dos estructuras mas de la aprobada recientemente para atender la demanda nacional. En Chiapas está cañón, pero que tal en Matamoros, en Sonora, Veracruz, etc., donde la matazón está a la orden del día, al igual que los secuestros y desapariciones; 4°- El desaseo, la participación del Estado en actividades permeadas por la delincuencia han puesto de bruces al ciudadano, nos han restado nuestras propias garantías concebidas en nuestra Carta Magna, por ello, debemos estar claros y concientes que el efecto del látigo apenas comienza, nada podrá hacerse por magia, por decreto o por osmosis, tendrá que llevar su proceso estratégico buscando alcanzar a recuperar el aliento y lograr el restablecimiento de la paz. Echarle la culpa a Amlo es también terriblemente irresponsable. Si esperaste 90 años a que las cosas cambiaran, dale la oportunidad de que en 6 años, al menos, pueda, junto con nosotros, construir cimientos fuertes para la reconstrucción de una patria amurallada, infranqueable y poderosa.

Volviendo al problema migratorio, nos exige las circunstancias entender que las estructuras oficiales se construyeron en los gobiernos anteriores para medrar, para robar y saquear, por lo tanto, no poseen el tamaño de lo requerido para frenar una de 7 mil, menos una de 20 mil y menos el paso y permanencia de 10 mil que son los que el gobierno del los EU llegarán a su frontera en el mes de abril. Las caravanas masivas son un mecanismo entre rivales políticos de la unión americana, nosotros solo somos el pasillo de la cantina, donde igual se quedan los mas borrachos, los huevones, los meados y cagados, y los menos favorecidos. El resultado es el mismo para nosotros, quienes debemos pagar las inacciones y los sometimientos llevados a cabo por presidentes ilegítimos, mediocres y lamebotas que durante estos 90 años (salvo una que otra honrosa excepción) no dieron l justa pelea contra el que hoy no mueve su bota de nuestro cuello, que siempre busco a través de las complacencias y decisiones a favor del legitimador para entronarse de manera respaldada.  Amlo busca con inteligencia y astucia la mejor manera de reestablecer el orden, no confrontándose, no enganchándose y no respondiendo a criticas de orden electoral, tanto de del exterior como del paupérrimo contrapeso que significa el PAN al interior del país. Soplan vientos de la Ceiba, vientos caribeños…