Los ciudadanos del país, legisladores, historiadores e intelectuales de la opinión pública nacional e internacional han emitido juicios de valor en relación al contenido de una carta solicitud enviada desde palacio nacional al Rey de España, filtrada y publicada parcialmente por el periódico Reforma, la cual, generó todo tipo de reacciones, unas que son hasta humillantes como la del premio Nobel de Literatura en 2010, quien se ha ganado el mote de el “Chimoltrúfio” remitiéndose al dicho de la protagonista que decía:” Así como digo una cosa, digo otra”, ya que de pronto señala al Priato como la “Dictadura Perfecta” y ahora ataca de manera peyorativa al pueblo de México e intenta pisotear a nuestro Presidente, sin recato, sin dignidad y sin respeto a la soberanía. También destaca la misiva lanzada por el congresista español del Partido Popular, Rafael Hernando quien publicó en sus redes: “Los españoles fueron quienes terminaron con el poder de tribus que asesinaban con crueldad a sus vecinos”. Estos jamás entenderán de que se trata esta vaina.
Para comprender el objetivo de esta acción voluntaria de Amlo en relación a la petición del perdón, hay que dividirlo en dos elementos que rivalizan entre sí, uno es la petición del perdón por la conquista y otro la petición del perdón por la serie de agravios cometidos en esa acción bélica. Si se considera uno sobre el otro en esta particular petición, estaremos actuando en error y prejuicio. Equivocando propósitos y objetivos. Alguien o algunos por ahí han manifestado que esa acción ya fue realizada con antelación y quisiera referirme a ello. El 28 de diciembre del año 1836, en Madrid, España, en el año 1836, se firmó el Tratado Definitivo de Paz y Amistad entre la República mexicana y la S.M.C. la reina gobernadora de España, también conocido como el Tratado de Santa María – Calatrava, llamado así por los que intervinieron en la firma: Ministro Plenipotenciario en Inglaterra, Miguel Santa María por México y José María Calatrava por el reinado de España. Cabe mencionar que este tratado fue en acto solemne mediante bando únicamente, jamás fue publicado en el DOF ni se encuentra en los archivos del Senado de México. Lo mas importante y relacionado al tema, es que este documento se firma a voluntad de las partes sin contener reconocimiento de los abusos cometidos, el saqueo u otra variante. Únicamente se refiere al establecimiento de la paz y el inicio de la amistad conveniente entre las partes. Debemos remitirnos a este proceso, porque es inexistente un proceso de reconciliación. No existió nunca un proceso que hermanara a las partes por los errores del pasado, que permeara el punto de partida hacia la construcción de un modelo de relación convincente, profundo y verdadero, sanando las heridas y fijando el pasado histórico como un antecedente impositivo edificante y referencial.
Algunas voces roncas, etílicas comentan que es un distractor. Les concedo la razón, pero no solo porque distrae, sino porque atrae la atención mundial. Les pregunto amable inversionista de tiempo que lo ocupa en leerme: ¿Quién está en la boca de buenos y malos hoy en dia a nivel mundial, que merece en esa tesitura, el destacado honor de ser el protagonista de una jugada maestra? Ahora si Prianistas, no es lo mismo un chupacabras que una petición de ese tamaño ¿cierto?
Mi petición mas sentida y profunda es: Contrapeso no es igual que oposición, es solo llevar la contraria. Oposición significa oponer la propuesta con otra propuesta. En México solo tenemos contrapesos diezmados, escandalizados, temerosos y descerebrados. Soplan vientos de los muertos vivientes…