La carrera por la rectoría de la máxima casa de estudios de Chiapas está por concluir. La responsabilidad de elegir reside en la junta de gobierno que sesionará para tal efecto. Durante muchas décadas, esta institución ha sido manejada a placer por el titular del ejecutivo del Estado, éste es quien instruye al organismo encargado de elegir al “mejor”, los resultados todos los conocemos. Han escogido al que goza de la simpatía del gobernador en turno a pesar de tener largas colas y pésimos resultados, aparte de no contar con la solvencia docente necesaria para hacer cumplir con los propósitos por la que fue creada. Los oportunistas no dejan de levantar la mano para cubrir ese scamnum (escaño), tirando por tierra los anhelos de los chiapanecos por avanzar en la conquista de nuevos horizontes, técnicas, desarrollo para el impulso de las diversas actividades que la ciudadanía y los sectores organizados demandamos. Parte del retraso y abandono de las actividades productivas son resultado de la pésima política de investigación y desarrollo del mejoramiento productivo, de la transformación y el crecimiento económico. Por ello, es necesario informar a la junta de gobierno de la UNACH que el pueblo ya no aceptaremos a cualquier improvisado cuya mejor capacidad sea la de la labor del parásito y/o del abejorro (Cuerpo gordo y a las chicas).
Importante dato: En aquel entonces, el gobernador Velasco Suárez turnaría al Congreso del Estado un proyecto de Ley Orgánica que sería luego aprobado por el decreto de fecha 28 de septiembre de 1974, y publicado oficialmente el 23 de octubre del mismo año. Por fin, el 17 de abril de 1975, contando con la presencia del entonces presidente de la República, Lic. Luis Echeverría Álvarez, la UNACH entraba formalmente en funciones. Chiapas contaba ya con Universidad propia.
¿Ha crecido equitativamente la universidad respondiendo al crecimiento poblacional y demanda estudiantil, ha respondido al nivel impuesto por otras entidades universitarias del país, sientes tu ciudadano, empresario, comerciante, profesionista, que nuestra Institución nos haya cumplido con esto?
En lo particular veo en un unachense con los tamaños para ocupar ese espacio de altísimo compromiso, para hacer del cascajo viejo y endeudado, una universidad de la cual sintamos orgullo suficiente, no porque no lo sintamos hoy, sino porque el rezago es tal, que incluso su millonaria deuda, no le hace mella, ni le cuadra. Es de vital trascendencia que la junta de gobierno voltee a ver al pueblo demandante, a la población estudiantil y no a su gobernador y sus condenados caprichos que nos tienen en el oscurantismo. Quien ocupe la silla en la colina deberá estar consciente y sabedor de las condiciones en que esta administración deja sus finanzas, las condiciones políticas y laborales. Será menuda tarea, labor de equipo y convocatoria cuya labor no podrá realizarla alguien improvisado, desconocedor de los grandes temas al interior de la convivencia y dirección institucional. Esta herramienta de desarrollo no debe continuar sometida a gente pueril, arrastrada y sometida, es una oportunidad de oro la que se presenta y estará en el denuedo de los responsables. La Unach tiene a un unachense en sus filas desde marzo del 87, preparándose, capacitándose, escribiendo artículos, libros y artículos en revistas especializadas, enlazando a la casa con universidades del mundo, mediante seminarios, foros, postgrados, además de tener la habilidad y diplomacia suficiente para tratar con estudiantes y académicos, es un hombre bien recibido en todas partes y goza de total credibilidad. Tiene trato en la mayoría de los campus y universidades latinoamericanas y de Europa que lo recomiendan. El es el Doctor en Economía desde el 2006 en la Universidad de Santiago de Compostela, España. Ha tomado e impartido cualquier cantidad de seminarios, póstgrados y Simposium’s. Su compromiso es con la comunidad universitaria, con la sociedad chiapaneca y con el desarrollo y crecimiento de Chiapas.
Vamos pues mi estimado Dr. en Econ. Jorge López Arévalo. A asumir responsabilidades y a cumplir con la palabra empeñada y el compromiso de vida y con la academia. Hago votos por tu designación por una Unach sólida, unida, comprometida y libre. ¡¡¡Vamos Chiapas, soplan vientos de justicia universitaria!!!