Aunque viviendo el día tras día en Chiapas no se requiere de mayores cifras para constatar el fracaso sexenal del “gobierno verde”, el trabajo comparativo realizado por el portal Animal Político sobre los resultados de la administración de Manuel Velasco Coello resultan evidencia pura sobre una precepción prácticamente generalizada.
Crecimiento económico, generación de empleo formal, informalidad laboral, productividad laboral, pobreza laboral y deuda pública fueron los rubros evaluaos por el portal noticioso que deja nada bien parado al gobernador chiapaneco. A pesar de las promesas de crecimiento, Chiapas ha sido uno de los tres estados que han decrecido en promedio durante los últimos cinco años, a un ritmo de -0.2% en promedio anual.
En 14 de los 19 trimestres analizados se dio una caída en la actividad económica. Las actividades primarias y secundarias, que en conjunto representan alrededor de una tercera parte del PIB estatal, decrecieron en 0.1% y 6.1% promedio anual respectivamente, mientras que las terciarias crecieron en 2.4% promedio anual.
No hubo avances significativos en la atracción de inversiones que pudieran ayudar a detonar el crecimiento económico. Entre 2013 y 2017 el estado atrajo flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) por apenas 805.7 millones de dólares, equivalentes al 0.5% de la IED que recibió el todo país en el periodo.
En lo que respecta al tema del empleo, aunque Chiapas requería la generación de 45 mil 100 empleos formales cada año, durante el gobierno de Manuel Velasco Coello se generó un déficit de más de 217 mil empleos formales en los últimos años. La tasa de desocupación en Chiapas es inferior a la nacional -2.5% frente a un 3.3%; lo cual quizás sea reflejo de la alta informalidad laboral que tiene el estado.
Entre el tercer trimestre de 2013 y el mismo periodo de 2017 la productividad laboral pasó de 75 a 77 pesos producidos por hora trabajada. Chiapas no sólo es el estado con la productividad laboral más baja del país, sino que también refleja la disparidad nacional. La productividad en la Ciudad de México y Nuevo León es 4.5 veces y 3.5 veces mayor a la de la entidad chiapaneca, respectivamente.
Evidentemente todo también a tenido repercusión en la capacidad adquisitiva de la población. A finales de 2017, 7 de cada 10 chiapanecos no podían adquirir la canasta alimentaria con el ingreso proveniente del trabajo diario. La proporción es 3.5 puntos porcentuales superior a la cifra que se observaba en 2012, equivalente a 412 mil personas adicionales en pobreza laboral.
En el tema de las finanzas públicas, el gasto público para atender los retos económicos y sociales ha dejado mucho que desear. Mientras se había aprobado un gasto por 12.4 millones de pesos en comunicación social, el ejercido fue superior en 3,141%. Se destinaron casi 400.5 millones de pesos a publicidad oficial. Por el contrario, a pesar de que se esperaban destinar 4 mil 315 millones de pesos a inversión pública, el monto efectivamente destinado a este rubro fue 70% menor, de apenas mil 286 millones.
Lo expuesto por Animal Político deja en claro el rotundo fracaso de la actual administración pública en Chiapas. El sexenio de Velasco Coello no sólo estancó a la entidad en la pobreza, sino también la hundió en otros tantos rubros. La mala administración presupuestal y la evidente corrupción tiene a Chiapas en uno de sus peores momentos de las últimas décadas, lejos todavía de las promesas de desarrollo y progreso que tanto se vociferan en tiempos electorales que los que ahora se viven… así las cosas.
